PABLO SEGARRA
- El Museo Titanic recorre toda la historia del barco construido en Belfast, desde su creación hasta su trágico hundimiento tras chocar contra un iceberg.
- Irlanda del Norte alardea orgullosa de ser el lugar con más localizaciones del rodaje de la serie Juego de Tronos.
- En Belfast es obligado visitar algunas de las calles más famosas del conflicto entre unionistas y republicanos, que costó la vida a más de tres mil personas.
La capital de Irlanda del Norte se está poniendo de moda. Y no le faltan motivos ni atractivos. Belfast conjuga la flema británica con el jolgorio irlandés. Los barrios protestantes y las zonas católicas. El Museo Titanic y el Museo del Ulster. El whiskey y las pintas de cerveza. El Ayuntamiento y el Parlamento.
Mientras Dublín, capital de Irlanda del Sur, lleva décadas creciendo turísticamente, Belfast está en alza desde hace unos pocos años, con el conflicto político y social ya superado (al menos en cuanto a violencia).
Sin duda, uno de los principales reclamos es poder ver y conocer las zonas más representativas de un conflicto que estalló en 1968 entre los unionistas protestantes –partidarios de la permanencia del Ulster dentro de Gran Bretaña- y católicos proirlandeses, defensores de la fusión entre las dos Irlandas. El conflicto entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y los grupos paramilitares probritánicos duró tres décadas con un trágico saldo de 3254 muertos y más de 50.000 heridos.
Calles como Divis Street o Falls Road concentran grafittis favorables a la causa irlandesa, su bandera tricolor y el IRA. En cambio, la calle Shankill Road está repleta de imágenes de la bandera británica, la reina de Inglaterra y símbolos favorables al unionismo.
Los muros de Paz son una serie de barreras que separan a barrios predominantemente republicanos y nacionalistas católicos de barrios protestantes de mayoría unionista. El propósito de estos muros de paz fue minimizar la violencia entre ambas comunidades durante el conflicto. Algunos tienen puertas (durante el conflicto con policías apostados) y alambradas. Uno de los más famosos está en Cupar Way.
Para los turistas interesados en conocer más acerca del conflicto del Ulster es recomendable la visita al Museo Ulster, que cuenta la historia de los pueblos del norte de Irlanda hasta la actualidad. Una de sus salas está dedicada al reciente conflicto de Irlanda del Norte.
El hundimiento del Titanic
Otra tragedia, el hundimiento del Titanic también está muy presente en Belfast. El barco, construido en la capital norirlandesa, se hundió en su viaje inaugural al chocar contra un iceberg frente a las costas de Terranova, tras partir desde Southampton rumbo a Nueva York. Fallecieron 1513 personas por ahogamiento o hipotermia. El naufragio supuso una conmoción en el mundo entero, sobre todo en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En Belfast se puede visitar el museo Titanic. Nueve galerías recorren toda la historia del buque desde su creación hasta su trágico hundimiento, a una escala asombrosa. Los visitantes pueden montar en una grúa del astillero, disfrutar de cine subacuático, de la recreación de los camarotes o incluso de una conexión en directo con los restos de la nave.
En la llamada ‘Ciudad del Titanic’ también se puede visitar el Thompson Dry Dock, el dique seco en el que carpinteros, montadores, fontaneros y aprendices consiguieron dejar listo el Titanic.
Muy cerca del dique seco se puede visitar el HMS Caroline, un crucero ligero de la Marina Real Británica de la Primera Guerra Mundial. Fue el último barco superviviente de la batalla de Jutlandia en 1916 entre la flota británica y la alemana.
Juego de Tronos, orgullo de Irlanda
Irlanda del Norte alardea orgullosa de ser el lugar con más localizaciones de los Siete Reinos que ningún otro país del mundo. La abadía de Inch, el parque forestal de Tollymore, Invernalia (el hogar de la Casa Stark), o The Dark Hedges (camina por esta carretera legendaria entre troncos contorsionados de hayas que tienen más de 200 años. Es el mismo camino que utilizó Arya Stark mientras huía de los Lannister).
La calzada del Gigante
Una de las visitas más recomendables para conocer Ulster es la ruta de la Calzada, que tiene una extensión de 314 km y une las ciudades de Belfast y Derry Londonderry. Las vistas son impresionantes.
Y dentro de esta ruta, es obligada la visita a la calzada del Gigante, una maravilla geológica de 40.000 pilares octagonales formada durante la actividad volcánica que tuvo lugar hace más de 60 millones de años. Es patrimonio mundial de la Unesco.
Un municipio peculiar es Ballintoy, que en gaélico significa pueblo del norte. Es un pueblecito pintoresco que la productora HBO de Juego de Tronos ha utilizado también para rodar algunas escenas de la serie en el puente colgante de Carrick a Rede (las que dieron lugar a las islas de Hierro).
Volviendo a Belfast, y para ir conociendo la gastronomía norirlandesa, conviene visitar el mercado de San Jorge, de 1604. En 2014 recibió el premio al mejor Gran Mercado Cubierto del Reino Unido. Marisco, quesos, carnes, café, pasteles… pero también joyas, libros, fotografías, antigüedades. Venden casi de todo.
Algunos restaurante muy recomendables de la pujante Belfast son el Holohan’s at The Barge, donde se puede degustar comida típica norirlandesa en un local ubicado en un barco en Lanyoin Quay; The Muddler’s Club (en Cathedral Quarter), un restaurante moderno con una variada lista de vinos; o Love Fish, un restaurante especializado en pescados y mariscos, situado la céntrica calle de Howard Street.
En Belfast es también cita obligada dejarse caer por algunos pubs para probar las famosas pintas de cerveza o el whisky de las destilerías Bushmills. Algunos locales recomendables son el Crown, Duke of York, Bittles Bar o Sunflower.
Para desplazarse hasta Irlanda la forma más directa desde España es con avión. Aer Lingus, la única compañía irlandesa de 4 estrellas, vuela a Dublín desde Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Alicante, Las Palmas, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote, Málaga y Bilbao. Los precios comienzan en 44.99 euros por trayecto incluyendo tasas y cargos.