Hace cien años, el Majestic Hotel Inglaterra abrió sus puertas en Barcelona, nada menos que en el Paseo de Gracia, cuna del modernismo en la ciudad, con vecinos como La Pedrera o la Casa Batlló. El hotel abrió con 100 habitaciones, todas ellas con cuartos de baño, donde se podía dormir por poco más de 10 céntimos de euro. Durante el paréntesis que supuso la Guerra Civil, el hotel pasó a llamarse Hotel Majestic, y desde sus paredes, cronistas y reporteros gráficos extranjeros como Hemingway o Robert Capa mandaban noticias desde España. El hecho de que en el hotel hubiera un telégrafo ayudaba a la causa periodística.
El Hotel Majestic ha sido testigo de la historia de nuestro país y de la ciudad condal. Personajes de la talla de la Reina Victoria Eugenia, Antonio Machado, Josephine Baker, Bob Dylan, Jean Paul Belmondo, Alain Ducasse o Barbara Streisand, se encuentran entre sus huéspedes más ilustres. Este edificio de estilo neoclásico francés alberga más de 1.000 obras de arte, lo que lo convierte en un auténtico hotel-museo. Hoy en día cuenta con 271 habitaciones, de las cuáles, 45 son suites, incluyendo el Majestic Royal Penthouse, la suite más grande de Barcelona con 467 m2, 2 terrazas y vistas sobre el Paseo de Gracia y la Sagrada Familia, con servicio de mayordomía y chófer con vehículo de lujo durante la estancia. El precio por noche de esta suite es de 15.000 euros.
Y este año celebran su cumpleaños número 100 por todo lo alto. Para empezar, ofrecen un menú centenario que consiste en la rememoración de los platos ofrecidos por sus cocinas en los años 20 y que han sido extraídos de diferentes minutas y menús guardados en su archivo. Para llevar a cabo esta minuciosa recopilación han contado además con la inestimable ayuda de clientes que guardaban de bodas y banquetes familiares, las copias de los menús que sirvieron hace un lustro. Este menú, que se compone de 8 platos, está disponible todos los viernes para cenar al precio de 100€. Entre otras recetas destacan: el consommé Maria Stuart (1927), los filetes de lenguado “Marguery” (1918) o el mignon de ternera con salsa bearnesa (1928). La cocina del Majestic de hace 100 años miraba a Francia, las recetas eran más contundentes y los platos recibían el nombre de personajes ilustres que los habían probado.
El Majestic se abre como ha hecho siempre a su público y a los ciudadanos de Barcelona, donde se dan cita además en el Bar del Majestic (imprescindibles sus cócteles y su colección de tortillas abiertas) o en su espectacular azotea, una de las más concurridas y bonitas de la ciudad.