A los pies de su imponente Alhambra, la ciudad de Granada se ofrece al viajero llena de vitalidad, arte y cultura. La antigua capital nazarí constituye un núcleo receptor de turismo debido a sus monumentos, a la cercanía de su estación de esquí, a los valles y barrancos de la Alpujarra, así como a su conocida Costa Tropical. Pero el llamado «embrujo» que posee Granada son sus barrios, sus plazas, sus gentes, su gastronomía. La urbe es un destino de viaje en el cual, especialmente en invierno, tal y como poetizó Federico García Lorca, “…hay que hurgar y explorar nuestra propia intimidad y secreto”.