Entre septiembre y octubre damos la bienvenida, como cada año, al Oktoberfest. Una celebración que dura cerca de tres semanas y en la que los amantes del lúpulo se reúnen para divertirse mientras beben y comen al ritmo de música y desfiles. Por todo ello, no es de extrañar que, aunque el Oktoberfest tuvo su origen en Múnich en 1810, hoy en día, se haya convertido en una celebración internacional que se festeja en todo el mundo. Para sumarse a esta fiesta, Musement, una plataforma de reservas de actividades en destino, ha elaborado una «Guía de la cerveza» en la que recogen su precio en 46 ciudades europeas, las principales cervezas locales de cada región, el consumo per cápita del país y la manera correcta de pedir «una cerveza, por favor» en cada uno de los destinos. Menos de un euro
Tomar una cerveza en Baku, capital de Azerbaiyán, cuesta 75 céntimos, lo que convierte a esta ciudad en la más económica. Le siguen: Kiev (Ucrania), con 81 céntimos; Chisináu (Moldavia), con 0,83 euros, y Tiflis (Georgia), donde cuesta 87 céntimos. Entre uno y dos euros
En otras quince ciudades, la mayoría de Europa del Este, encontramos precios igual de ajustados que los anteriores pues, en ellas, el coste de una cerveza no supera los dos euros. Por orden serían: Ereván (Armenia) y Sofía (Bulgaria), Tirana (Albania), Minsk (Bielorrusia), Praga (República Checa), Moscú (Rusia), Pristina (Kosovo), Podgorica (Montenegro), Bucarest (Rumanía), Budapest (Hungría), Sarajevo (Bosnia y Herzegovina), Belgrado (Serbia), Skopie (Macedonia), Bratislava (Eslovaquia) y Lisboa (Portugal). Entre dos y tres euros
En mitad de la tabla encontramos Zagreb (Croacia), Varsovia (Polonia), Andorra la Vella (Andorra), Liubliana (Eslovenia) y Riga (Letonia). Ciudades en las que podemos disfrutar de cervezas a precios que oscilan entre los dos y tres euros. De tres a cinco euros
En este grupo se encuentra Madrid, la única ciudad española analizada, donde se pagan tres euros por una cerveza. Al igual que en Vilna (Lituania) y La Valeta (Malta). Por menos de cuatro euros, podemos disfrutar de una KAPPA beer en Nicosia (Chipre), una Hasseröder en Berlín (Alemania), una Viru en Tallín (Estonia) o una Schwechater en Viena (Austria). Mientras que para degustar una La Chouffe (Bruselas), una Volkan (Atenas), una Herfstbok (Ámsterdam), una Peroni (Roma) o una Diekirch (Luxemburgo) tendremos que pagar entre cuatro y cinco euros. Más de cinco euros
En Berna (Suiza), Dublín (Irlanda), Mónaco, Londres (Reino Unido) y Estocolmo (Suecia), una cerveza cuesta más de cinco euros. Pero hay ciudades más caras como Copenhague (Dinamarca), donde se pagan seis euros, o París (Francia) y Helsinki (Finlandia), donde nos costará siete euros. Por 8.95 euros, podremos tomar una Ringnes o una Lervig en Oslo (Noruega). La cerveza más cara
Reikiavik (Islandia) tiene el honor de ser la ciudad europea más cara para tomar una cerveza ya que cuesta, nada más y nada menos que 9,64 euros. Si nos encontramos en la ciudad y queremos degustar una Lava, Gædingur Stout o una Skyrgosi, tendremos que decir «Einn bjór, takk», o lo que es lo mismo: «una cerveza, por favor».