Las estaciones de metro siempre han cautivado a fotógrafos, arquitectos o turistas. Lo hacen las apabullantes construcciones actuales y también las más antiguas, abandonadas, misteriosas. El metro de Londres tiene 155 años de historia. Su inauguración oficial fue el 10 de enero de 1863. Desde entonces muchas estaciones han dejado de utilizarse, algunas demolidas, aunque al menos cuarenta permanecen intactas, tal como eran. Esas instalaciones están habitualmente fuera del alcande del público, aunque de vez en cuando sí se organizan visitas guiadas. [¿Por qué el Metro de Madrid circula por la izquierda?] Y este es uno de esos momentos. El London Transport Museum propone en octubre, noviembre y diciembre distintas visitas para descubrir algunos de los espacios más secretos e interesantes de la ciudad. De hecho, alguno de esos tours ya están completos, pero otros aún aceptan reservas en esta web. Las visitas durarán unos 90 minutos -depende de cada estación- y las entradas para adultos cuestan alrededor de 40 euros. El búnker de Churchill Uno de los túneles de Down Street, desde donde Churchill dirigió las operaciones en la Segunda Guerra Mundial – London Transport Museum
Durante estas visitas podremos comprobar, por ejemplo, cómo el búnker secreto del primer ministro Winston Churchill durante los bombardeos alemanes en la Segunda Guerra Mundial se habilitó en la estación de Down Street, en Mayfair, que funcionó como estación de metro entre 1907 y 1932. Fue el escenario subterráneo de las reuniones del Comité de Emergencia de Ferrocarriles, encargado de coordinar las vitales infraestructuras ferroviarias de todo el país durante la guerra. La zona de los andenes y las vías de circulación se dividieron en oficinas y dormitorios, con aseos, duchas y una central telefónica. Las reuniones se celebraban entre el laberinto de túneles. En las rutas de estos tres meses también se podrán conocer la estación de Aldwych, uno de los lugares más secretos de Londres; el laberinto de pasadizos oscuros y polvorientos de Euston; o los espacios desconocidos y en desuso de la estación de Charing Cross, bajo Trafalgar Square, entre otras. Algunos datos sobre el metro de Londres Instalaciones de Aldwych, una de las menos conocidas de las estaciones abandonadas de Londres – London Transport Museum
El «tube», como es conocido este medio de transporte imprescindible en una ciudad de larguísimas distancias como Londres, transporta a 1.100 millones de personas al año en una red compuesta por 270 estaciones repartidas en 402 kilómetros de vía. Siete líneas subterráneas y cuatro en superficie transportan a casi cuatro millones de pasajeros cada día. El Metro de Londres tiene 19.000 empleados para atender 270 estaciones, 4.134 vagones y 1.100 millones de pasajeros anuales. Sus trenes circulan a una velocidad media de 33 km./hora. Curiosamente, solo el 45% de la red del metro discurre bajo túneles. En el primer viaje entre Paddington y Farringdon el 9 de enero de 1863 viajaron en el metro 40.000 personas. En seis meses ya transportaba a 26.000 personas cada día. Hoy el número de viajeros llega a casi cuatro millones diarios. Y solo en Waterloo, la estación más transitada de la red, pasan 57.000 personas en las tres horas punta de la mañana. El metro de Londres alberga unos doce rodajes de largometrajes cada año, y tiene para ello una oficina específica para gestionar las demandas, con un coste medio de unos 600 euros por hora de rodaje. Para el rodaje de algunas de las secuencias de «Skyfall» en el metro movilizaron más de 400 personas entre «extras» y equipo técnico, por ejemplo. La estación más cinematográfica es la de Aldwych, en la Línea Central, ya fuera de uso, pero también se han usado las de East Finchley o Charing Cross. «Underground» fue la primera película (muda) que usó el metro como localización, estrenada en 1928 por Anthony Asquith. Más: [«Cuidado con el hueco»: la historia de Londres suburbano, y sus curiosidades]