El otoño es el paraíso de los pequeños viajes, del senderismo, de los bosques, de las setas… Y, sí, de las casas rurales. Pasar un puente con familia o amigos en el campo es un placer difícilmente igualable, sobre todo si el alojamiento está a la altura del espectáculo de la naturaleza. He aquí nueve propuestas que dan la talla.