El reciente estudio WineSeq de la empresa californiana Biome Makers certifica la excepcionalidad del terroir de la bodega leonesa Fuentes del Silencio, por contar con la mayor diversidad en relación a más de 600 suelos de España, Italia y Estados Unidos. El viñedo de Fuentes del Silencio goza de un microbioma singular por estar asentado sobre sedimentos auríferos, formados por conglomerados arenoso-arcillosos. Cuenta con una población de 959 especies diferentes identificadas. El viñedo se asienta sobre una antigua explotación de oro que ha sido denominado por Biome Makers como «Auro Terroir». El informe indica que la excepcionalidad microbiana de la bodega se puede deber a las prácticas respetuosas con el medio ambiente y a la zona sobre la que están asentados los viñedos. Por un lado, Fuentes del Silencio apuesta por la recuperación de viñedo abandonado, como las cepas centenarias Mencía, Prieto Picudo y Alicante Bouschet; y también colonizado por el sotobosque de encinar, lo que fomenta que el terreno sea silvestre, por tanto, la comunidad microbiana no se haya modificado drásticamente. Que los viñedos se sitúen sobre sedimentos auríferos, comportan la presencia de bacterias -de los géneros Thiobacillus, Acidiphilium, Leptospirillum, Ralstonia y Desulfotomaculum- que son capaces de oxidar hierro y sulfuros, por lo que se las relaciona con el ciclo biogeoquímico del oro. El estudio de Biome Makers concluye señalando que la composición de los terroirs permite que se dé «un ambiente metabólico excepcional del que las vides pueden nutrirse», lo cual conlleva a que sea un factor diferencial. Así pues, la biodiversidad única y en equilibrio de estos suelos indican el buen trabajo realizado en pro de la sostenibilidad en el viñedo y potencial de la bodega que, posteriormente, embotellará todas estas ventajas del Valle del Jamúz. Fuentes del Silencio se ubica en el municipio de Herreros del Jamuz, zona singular desde el punto de vista climático y geológico, cuya gran cantidad de reservas de agua provocan que fuese conocido en el pasado como «el pueblo de las fuentes», legado popular que inspiró el nombre de la bodega. Sus instalaciones se encuentran en el casco antiguo del municipio, en unas casas que se han rehabilitado respetando el adobe y la piedra original. La adaptación a su nuevo uso vitícola se ha desarrollado siguiendo la misma filosofía que para la elaboración de los vinos: de forma artesanal, arriesgada y con poca intervención. Además de esta propiedad, Fuentes del Silencio también dispone de una bodega tradicional leonesa -esculpida en la roca y en medio de sus viñedos-; un espacio recuperado y dispuesto para catas y encuentros.