El reclamo sigue siendo el de siempre: Baqueira Beret, en el Pirineo Catalán, es la estación de ski más grande de España con más de 150 kilómetros de pistas y capacidad para transportar a casi 60.000 esquiadores por hora, razones más que suficientes para elegirla como destino. Pero ahora más que nunca ir a esquiar a Baqueira no es solo eso. Para la mayoría de los apasionados de este deporte de invierno, la experiencia se amplía con un sinfín de propuestas que se acogen al concepto conocido como «après ski». Restaurantes que rescatan la esencia de la cocina del Pirineo aportando un punto de modernidad; bares en los que tapear de manera informal pero con mucho estilo; lounges en los que relajarse al final de la jornada con un cóctel al calor de la chimenea; bares en los que apurar la madrugada y tiendas en las que equiparse al completo o comprar algo especial para llevar a casa. Baqueira, en efecto, lo tiene todo. Y, por supuesto también, una excelente selección de alojamientos. De entre todos destaca el recién renovado Himalaia Baqueira. Este es un hotel de cuatro estrellas construido enteramente en piedra, madera y pizarra que se ubica a pie de pistas. Su decoración, inspirada en la tradición de Nepal, aporta un ambiente cálido y acogedor que invita a disfrutar de un tiempo de relajación máxima. En total son siete plantas entre las que se distribuyen 106 habitaciones, varios salones, un restaurante y un completo spa provisto de sauna, piscina de chorros, duchas climatizadas, jacuzzi exterior, espacio de relajación y baño de vapor. Muchas de las habitaciones ofrecen impresionante vistas al valle y algunas de ellas son dúplex y están especialmente diseñadas para alojar familias con niños o grupos de amigos. Sin saber esquiar
No hay que olvidar las actividades que se pueden organizar sin necesidad de saber esquiar como las excursiones en moto de nieve o con raquetas y los paseos en trineos tirados por caballos o perros, que son las que gozan de mayor popularidad. En paralelo existen alternativas menos conocidas como los vuelos panorámicos en helicóptero que ofrecen la opción de acceder a cotas remotas y bajar desde allí esquiando disfrutando de paisajes increíbles o, para los más «foodies» incluso visitas privadas a una factoría de caviar iraní en Les. El Valle de Arán esconde además pequeños pueblos y aldeas de origen medieval que invitan a perderse y a descubrir las joyas más destacadas del románico. Arties, a solo 7 km de Vielha, es una parada clave con su iglesia de Santa María de Arties que data del siglo XI. Este pueblo además es la puerta de entrada al parque nacional de Aigüestortes y al Lago de San Mauricio, famoso por sus piscinas termales. Pero para aprovechar los efectos beneficiosos de las aguas sulfurosas, nada como reservarse una sesión de spa y un masaje en las Termas de Baronia, un balneario maravilloso cuya historia evoca la tradición de los romanos que ya descubrieron sus propiedades cuando habitaron el Valle de Arán. Pistas Cinco Jotas Grill. En la cota 1800. El lugar perfecto -a 1.800 metros de altitud- para reponer fuerzas a base de los mejores productos ibéricos de la casa Cinco Jotas. Embutidos, carnes a la parrilla y, por supuesto, jamón ibérico en un ambiente de lo más agradable en una cabaña de madera, con la nieve en la puerta. Moët Winter Lounge. Una temporada más, el lounge de Moët et Chandon es el lugar en el que ver, dejarse ver y darse un baño de glamour brindando con los champagnes más especiales de la casa. Se ubica la cota 1.850 entre la salida de los telesillas Horat Deth Bo y Vista Beret. El Refugi San Miguel. Otra muestra más de cómo la alta gastronomía se integra a la perfección en un entorno de nieve pues su carta de tapas, tanto frías como calientes, recibe el asesoramiento de los chefs Paco Roncero, Dani García y Paco Paz. Drinkery Pub. Ideal para poner el broche de oro a una agotadora jornada de esquí en las pistas con buenos cócteles, buenas propuestas gastronómicas y un ambiente relajado y de lo más chic. Se encuentra en el hotel Montarto, en la plaza del Fórum de la estación de Baqueira.