Cine, arte sacro y naturaleza para recorrer la montaña palentina

Con el termómetro en sus cotas más bajas, ahora el cuerpo nos pide viajar a esos destinos en los que el frío se convierte en un atractivo más. Es el caso, por ejemplo, de la montaña palentina, un rincón ideal que propone al visitante desconectar del mundanal ruido escalando por sus cumbres, caminando por sus páramos, adentrándose en sus bosques, pedaleando por sus veredas y disfrutando de paisajes únicos, propios de una película. De hecho, durante la primera semana de diciembre la provincia palentina se convierte en un destino de cine gracias a la celebración de la XXX edición del Festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campoo, que este año se celebra desde el día 4 al 9 de diciembre.

El atractivo que supone la presencia de actores de reconocido prestigio que pasearán durante esos días por las calles de Aguilar de Campoo sólo es un argumento más para acercarse hasta esta localidad, ya que hasta diciembre acoge, además, «Mons Dei», la muestra de Las Edades del hombre que profundiza en el rico significado de la montaña dentro de la tradición simbólica cristiana y de la extensa historia religiosa de la humanidad. Una propuesta de fe, arte y naturaleza que logra el mágico diálogo la Fe y la Cultura.

Sobran las razones para llegar hasta la montaña palentina en diciembre, pues probablemente es cuando más espectacular resulta el paisaje. En la Palencia del norte nacen ríos como el Carrión o el Pisuerga, que dejan reposar sus aguas en los embalses de Aguilar o Camporredondo, entre otros, aunque todas las miradas se las llevan las cimas de más de dos mil metros como el Curavacas, Espigüete o Peña Prieta, iconos de esta comarca que arropan bosques encantados como la Tejada de Tosande o bellísimos lagos y zonas rocosas con originales formaciones como Las Tuerces y el Cañón de La Horadada.

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Geoparque Mundial

Merece también la pena descubrir el complejo kárstico de la Cueva de los Franceses, no sólo por su entorno, pues está ubicado en el Geoparque Mundial de la Unesco Las Loras –que justo ahora cumple un año con este título–, sino también por su interior, ya que cuenta con un recorrido visitable de unos 500 metros, formado por estalactitas y estalagmitas y coladas, una muestra de lo que el tiempo y el agua son capaces de crear bajo el suelo del Páramo de La Lora.

La aventura por el norte de la provincia de Palencia también supone un viaje cultural de excepción, ya que esta zona atesora una de las concentraciones de románico más significativas de Europa que han sobrevivido al paso de los siglos y que salpican sendas y caminos. Más información en la Oficina Palencia Turismo 979 706 523 y en la web www.diputaciondepalencia.es.

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