Salamanca volverá a convertirse en este 2019 en la capital española del ibérico. Ocurrirá con la celebración en octubre del segundo Foro Internacional especializado, que reúne a los mejores cocineros del mundo, así como a la industria del sector para poner en valor un producto que es la bandera de la cultura gastronómica charra. Y es que más allá de esta cita, el jamón es el rey de la mesa y bien lo saben quienes se acercan a esta ciudad o a otros rincones de una provincia productora por excelencia de estos manjares. Junto a ellos, las legumbres, la ternera, el hornazo, los quesos, el aceite o miel son algunas de las referencias más apreciadas de la variada y suculenta despensa salmantina, en la que no faltan las barricas de grandes vinos. Sin duda los ibéricos y los vinos -para disfrutar de ellos, nada mejor que recorrer las dos rutas certificadas de Sierra de Francia y Vino de Arribes-.son un gran maridaje de una escapada a territorio salmantino, un lugar idóneo para el turismo familiar, en el que modernidad e historia se dan la mano. El mejor ejemplo de ello es el Festival de Luz y Vanguardias que este año, en su cuarta edición, volverá a utilizar lienzos de excepción para plasmar espectáculos visuales. Y es que durante el evento, se realizan proyecciones sobre las fachadas de algunos de los más emblemáticos muros, como los de la Plaza Mayor. Es una oportunidad perfecta para ver con otros ojos las piedras milenarias que se elevan sobre la capital charra, Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Ya sea a la luz de la vanguardia o a la luz del día, es imprescindible dar el lujo a la vista de disfrutar de las catedrales, las torres de la Clerecía, la Universidad o la Casa de las Conchas, entre otros muchos atractivos patrimoniales que se conjugan con una amplia oferta cultural y una particular variedad museística. El contraste con la ciudad lo aporta una provincia plagada de lugares tranquilos, paisajes espectaculares, algunos de los pueblos más bonitos de España y tradiciones para vivir experiencias únicas. Vista de Miranda del Castañar, en la Sierra de FranciaHacer una escapada en plena naturaleza es casi una obligación en esta provincia, donde hay lugares de ensueño para elegir. Destacan las dos Reserva de la Biosfera declaradas por la Unesco. La primera de ellas es el parque natural Arribes del Duero, en el que se escalonan imponentes cañones, presas y cascadas de las que disfrutar a través de miradores, pero también a bordo de un barco o desde las rutas señalizadas para bicicletas todo terreno. El segundo de estos espacios remite a un paisaje de sierra, en concreto las de Béjar y Francia, con una oferta de actividades de alta montaña, que en invierno incluyen el esquí en la estación de La Covatilla. Además, en este enclave se puede disfrutar de un gran museo al aire libre, con el proyecto «Caminos de Arte en la Naturaleza», que consiste en senderos temáticos que unen pueblos declarados conjuntos históricos y en los que artistas especializados en «Land Art» han dejado sus obras. Quienes se queden con ganas de más, la ruta de los «Conjuntos Históricos» recorre catorce municipios que han conservado con mucho mimo su patrimonio y rasgos de identidad durante siglos.