Hace un año, el 20 de septiembre de 2017, se declaraba un incendio en la cumbre de Gran Canaria obligando a la evacuación de La Cruz de Tejeda, Risco Prieto y Las Lagunetas. El fuego devoró parte del corazón de la isla reduciendo a cenizas unas 3.000 hectáreas de pinos y monte bajo. Flora y fauna se vieron afectadas por las llamas que no pasaron de largo del Parador de Cruz de Tejeda, un hotel escondido entre pinares a más de 1.500 metros de altitud y con impresionantes vistas al Parque Rural del Nublo. Hoy, tras un año de reconstrucción, el Parador de Cruz de Tejeda recibe a sus primeros clientes. El Parador, que cuenta con 43 habitaciones, cinco salones para eventos y reuniones, un spa con piscina hidrotermal y dos terrazas, sufrió daños en la cubierta, la zona del spa y 15 habitaciones, diez de ellas, en la planta baja, con daños considerables y donde se han centrado las principales actuaciones de rehabilitación. Para devolver al Parador de Cruz de Tejeda su aspecto anterior al incendio, las otras actuaciones de la reforma han sido llevadas a cabo en el spa, donde se ha recuperado la totalidad de sus instalaciones, dotándolo de un nuevo jacuzzi exterior con vistas a la Caldera Volcánica de Tejeda y la reconstrucción completa del puente sobre la piscina. También se han ejecutado trabajos en la terraza del comedor, cinco habitaciones de la cuarta planta y el resto de instalaciones interiores y exteriores que se vieron afectadas como enfriadoras, el sistema de instalación de energía solar, climatización o saneamiento. Para Óscar López, presidente de Paradores, «con la apertura del Parador de Cruz de Tejeda, recuperamos uno de nuestros establecimientos más queridos, desgraciadamente afectado por una terrible catástrofe. Con su reapertura, confiamos en que el turismo de la zona y la economía local vuelvan a vivir sus mejores momentos».