Treinta y cinco etapas, 660 kilómetros, nueve comarcas, 51 municipios (más de la mitad de los cuales -35- son pueblos de menos de 20.000 habitantes, los menos conocidos y a menudo los más interesantes); esos son los números básicos de la Gran Senda de Málaga, la ruta que la Diputación Provincial malagueña ha creado para facilitar que los aficionados al senderismo conozcan todos los rincones de la provincia. Una ruta que no es sólo una idea en el mapa, sino que ha sido homologada por la Federación Andaluza de Montaña como un Sendero de Gran Recorrido (GR) y, como tal, perfectamente señalizado sobre el terreno. Detalle de las casas blancas de Frigiliana – Patronato de Turismo de la Costa del Sol Por todo esto, la Gran Senda es una manera ideal de descubrir todo lo que ofrece Málaga, especialmente en el interior de la provincia. Naturaleza, ya que la senda recorre dos reservas naturales, tres parajes naturales protegidos y cuatro Parques Naturales: el de las Sierras de Tejada, Almijara y Alhama, el de los Montes de Málaga, el de la Sierra de Grazalema y el de la Sierra de las Nieves. Patrimonio, como la fortaleza y medina de Bobastro, el arte paleolítico de la Cueva de Ardales, el yacimiento del Castillón de Gobantes (donde se ve la influencia del contacto con los fenicios en los pueblos autóctonos) o el patrimonio industrial de los siglos XIX y XX, entre el que se cuentan ingenios azucareros y grandes embalses. Paisajes agrícolas con cortijos, campos de cultivo y auténticos mares de olivos. Pueblos blancos como Frigiliana, Monda, Alameda, Carratraca, Benaoján o Villanueva del Rosario. Bodegas, ventas y restaurantes donde disfrutar de los vinos y los platos típicos de la provincia. Y balnearios, campos de golf, miradores, museos, puertos deportivos… Para conocer mejor la Gran Senda, decidir qué etapas se desea recorrer y encontrar todo tipo de información sobre la ruta, el senderista puede dirigirse a la página web creada sobre ella. Incluso si se es novato, la página ofrece una buena cantidad de recomendaciones sobre senderismo en general y sobre la ruta en particular, explicando las medidas de dificultad de la ruta, las condiciones de accesibilidad de las etapas y la señalización de los distintos tipos de senderos. Municipios con menos de 20.000 hab.Una vez puestos en situación, el viajero puede empezar a conocer los detalles de la Gran Senda y de cada una de sus etapas, ya desde la propia web o descargando el mapa en formato de bolsillo o la completa topoguía (en formato pdf o Flash) que -etapa por etapa- va desgranando los atractivos más importantes, puntos de inicio y finalización, puntos de escape y no retorno, enlaces a otros senderos, información para disfrutar de la etapa sin peligros, puntos de interés e información de longitudes, altitudes y desniveles. Otra alternativa es la app (disponible tanto para teléfonos Android como de Apple), con rutómetro para guiar al caminante metro a metro; la app también irá avisando de noticias o eventos de la Gran Senda a través de notificaciones push, permitirá almacenar información sobre cómo se va recorriendo la ruta y compartir actualizaciones y fotografías en redes sociales y dará información sobre restaurantes, alojamientos y empresas de servicios turísticos que se encuentren a lo largo de cada etapa. La propia página web también permite consultar las incidencias de la Gran Senda -por ejemplo, etapas en las que las condiciones meteorológicas aconsejen precaución- y consultar una completa lista de todos los establecimientos colaboradores con la senda, pudiendo localizarlos en el mapa y dividirlos por etapas, por comarcas, por municipios y por tipos (hoteles, hostales y pensiones; alojamientos rurales y apartamentos turísticos; albergues; campings; bares; restaurantes; turismo activo; servicios; comercios; y asociaciones y similares). La topoguía que mencionábamos antes no es la única publicación que se puede descargar de la web; hay una buena colección de ellas disponibles, dando muestra de la amplitud de atractivos de la Gran Senda. Una guía está dedicada a las posibilidades de disfrutar las etapas de la senda en familia, de forma accesible para todos. Varias otras se ocupan de los atractivos naturales de la senda y están dedicadas a las posibilidades de contemplar diferentes tipos de animales en ella: aves, mariposas diurnas, libélulas, y anfibios, reptiles y mamíferos. Otras están dedicadas al patrimonio: una da una completísima y muy detallada descripción, etapa por etapa, de los restos de patrimonio histórico de muy diversas épocas (Prehistoria, fenicios e íberos, romanos, medieval, Edad Moderna y contemporáneos) conservados a lo largo del recorrido; otra se centra en el patrimonio hidráulico, muy rico a lo largo de la senda (molinos, «fábricas de luz», embalses…); y una tercera se ocupa del Camino Mozárabe de Santiago, una de las rutas que se van cruzando con la Gran Senda. En torno a la Gran Senda también se organizan una gran cantidad de actividades, entre las que hay rutas, jornadas, conferencias, talleres y encuentros. La web no sólo permite consultar el listado de las que se han llevado y se van a llevar a cabo, sino también inscribirse en las próximas. Por ejemplo, en los últimos meses se han celebrado actividades como un taller sobre mariposas en Jimera de Líbar, arboladas (encuentros para poner en valor los bosques de un territorio y plantar nuevos árboles para luchar contra la erosión y el cambio climático) en Humilladero y Campillos, una ruta histórica en torno a Casares, una ruta botánica por la Serranía de Ronda y una gran cantidad de rutas senderistas por toda la Gran Senda. Tramo entre pinares de la Gran Senda de MálagaY una vez que se haya lanzado uno a recorrer la Gran Senda, es posible tener algo para demostrarlo: la Credencial de Gran Senderista, un diploma que pueden solicitar todas aquellas personas que hayan completado al menos tres de las 35 etapas de la Gran Senda. La Credencial (un folleto en el que aparecen todas las etapas de la senda) puede obtenerse a través de la web o, de forma presencial, en la Delegación de Medio Ambiente y Promoción del Territorio de la Diputación de Málaga. Una vez que se tenga, los establecimientos homologados en los municipios que sean inicio o final de alguna etapa (y, de forma opcional, también establecimientos de municipios situados en puntos intermedios) podrán sellarla, acreditando así el paso del senderista por ellos. Cuando se hayan conseguido los sellos de por lo menos tres etapas, se podrá pedir el correspondiente diploma acreditativo en la Delegación. Un bonito reconocimiento, pero lo verdaderamente importante será lo mucho que habremos disfrutado y lo mucho que habremos aprendido en la Gran Senda, descubriendo los pequeños y preciosos pueblos de Málaga, de la Axarquía a la Costa del Sol Occidental, pasando por la Comarca Nororiental, la de Antequera, los valles del Guadalhorce y el Guadalteba, la Sierra de las Nieves y la Serranía de Ronda.