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- El sur de Portugal se tiñe de blanco, ya desde febrero, en una estampa que adelanta la primavera.
- El castillo de Silves es un lugar ideal para escaparse y descubrir otro Algarve.
En el Algarve ya ha comenzado el espectáculo de los almendros en flor, uno de los espectáculos naturales más bellos. Largas extensiones del sur portugués se tiñen en estas fechas de un maravilloso manto blanco de flores.
Para disfrutar del espectáculo en todo su esplendor el momento ideal es desde ya y hasta el mes de marzo. Es un placer perderse por los campos floridos y deleitarse con la especial paleta de colores que lucen los paisajes de la región en esta época bajo el característico cielo azul del Algarve.
Son muchas las aldeas del Berrocal en las que poder disfrutar de una tranquila estancia con los almendros como protagonistas. Pero si hay un lugar que visitar ahora ése es Silves, epicentro de la leyenda de la historia de amor entre una princesa y un joven príncipe poeta.
Silves se alza en las faldas de la Sierra de Monchique. Antigua capital árabe de Algarve (y desde donde reinaba el joven y enamorado Ibn-Almundim) fue rica y poderosa, bella y lujosa. No en vano hay historiadores que han descrito Silves como “más fuerte y diez veces con más carácter” que la propia Lisboa.
El de Silves es el castillo más grande, mejor conservado e importante de Algarve y el mejor exponente de arquitectura militar islámica existente en Portugal. Un imprescindible en la región, que permite un viaje histórico-cultural al siglo XI, además del disfrute de unas vistas únicas desde sus murallas y torres de arenisca roja, que dominan la ciudad y un precioso paisaje natural del valle del río Arade, con las suaves colinas y los campos en flor como telón de fondo.