El Gobierno de Chile ha anunciado este miércoles que ha impulsado la aceleración de los trámites para cambiar el nombre de la emblemática isla de Pascua a Rapa Nui, la etnia originaria del territorio conocido por sus cerca de 900 estatuas de piedra, los moais. [Isla de Pascua: la poderosa atracción de los misterios sin resolver] El presidente el país, Sebastián Piñera, se ha desplazado esta semana hasta la isla, donde ha destacado la importancia de modificar cuanto antes su nombre. Este mismo miércoles ha entrado en vigor la ley que regula ingreso, el traslado y la permanencia de aquellos que visiten la isla de Pascua, tal y como ha informado el diario local «La Tercera». Piñera ha firmado un documento que permitirá abordar en un plazo de 15 días un proyecto para cambiar el nombre de la isla en la Cámara de Diputados. El nombre de la isla fue acuñado tras una expedición holandesa a la zona hace ya casi tres siglos. «Hoy queremos hacer un acto de reconocimiento histórico. Un acto que interpreta muy fielmente los anhelos y los deseos de los habitantes de la isla. Es un acto de reivindicación», ha aseverado Piñera en referencia al proyecto de ley que implica una modificación de la Constitución chilena. La zona, declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco, destaca por su aislamiento, ya que se ubica a unos 3.700 kilómetros al oeste del continente y a 1.770 kilómetros de la isla más cercana. Los integrantes de la etnia rapa nui aprobaron el año pasado la creación de una gigantesca área marina de 700.000 kilómetros cuadrados para la protección de sus ecosistemas. Chile ha puesto en marcha un conjunto de requisitos para el ingreso de turistas a la isla, entre ellos una permanencia máxima de 30 días en la zona Varias amenazas ponen en riesgo las especies marinas de la isla, como la sobreexplotación de sus recursos pesqueros, el número creciente de visitantes, la introducción de especies exóticas invasoras, la acidificación del océano y el cambio climático. Para contrarrestar los potenciales daños que dejan las miles de visitas registradas cada año en la isla, Piñera ha puesto en marcha un conjunto de requisitos para el ingreso de turistas a la isla de Pascua, entre los que destaca una permanencia máxima de 30 días en la zona. «Esta es una isla mágica. Todos queremos visitarla, pero también es una isla sensible y vulnerable. Tenemos que cuidarla», ha manifestado. En 2017, la isla fue visitada por 120.000 turistas, mientras que la población residente se duplicó en los últimos años, según datos del Gobierno chileno.