Por qué Salamanca es un paraíso en España para ver avesPrismáticos en mano, el entusiasta del turismo ornitológico tiene en Salamanca la posibilidad de disfrutar del vuelo del águila real, buitre leonado, cigüeña negra o del búho real y así hasta llegar a cerca de 300 especies debido a la posición estratégica de la provincia, en plena ruta migratoria de millones de aves. La enorme variedad de hábitat coloca a Salamanca, incluida en Red Natura 2000 y con once zonas de especial protección para las aves, en los mapas de observación de España, junto con destinos como Doñana o La Albufera. La diversidad de ecosistemas se ha traducido en una excepcional comunidad de aves y así si el viajero quiere observar grandes rapaces tendrá que dirigirse a las sierras del sur de la provincia o a Los Arribes. Si por el contrario opta por avutardas, sisones, aguiluchos cenizos o aves esteparias, la zona a visitar serán las llanuras del nordeste. Para conocer aves mediterráneas, se podrá pasear por cualquiera de las dehesas, mientras que si busca aves de montaña habrá que desplazarse a la Sierra de Béjar. Siete rutas
Existen siete rutas. En Los Arribes del Duero, la sucesión de espectaculares cañones en los ríos Tormes, Duero, Huebra, Uces y Águeda aloja una comunidad de rapaces, entre las que destaca el águila-azor perdicera, con la mayor población de Castilla y León. Especies de águila real, alimoche, buitre leonado y negro, milano real y negro, halcón peregrino o gavilán común también pueden observarse, al igual que elanio común o aguilucho cenizo a medida que el curioso se adentra en la zona de dehesa de encinas y robles, donde existe la posibilidad de contemplar la cigüeña negra, cuyos nidos ocultan en las más escondidas encinas. Los paisajes de encinares y robledales adehesados cobijan también el milano real, el abejaruco, el cuco o el alcaudón común y real entre otras muchas especies. En los alcornocales de Espeja y pueblos de alrededor, además de cigüeña negra, se pueden ver culebrera europea, cernícalo vulgar y primilla además de buitres negros, la tórtola europea, la abubilla y, en general, todas las aves mediterráneas. Refugios
Las sierras de Gata y de La Canchera sirven de límite provincial con Cáceres y es sencillo observar al alimoche, el águila real, el búho real, así como a una pequeña colonia de buitre negro, al abejero europeo y en ocasiones al halcón de Eleonora. Las llanuras cerealistas y las riberas del Tormes permiten avistar avutardas, sisones, alcaravanes, alondras y calandrias, sin olvidar la paloma zurita o la tórtola europea, al tiempo que los pinares y bosquetes del norte son refugio de búhos chicos y cernícalos vulgares. El azud de Riolobos con sus miles de aves acuáticas es visita obligada, al igual que el embalse de Santa Teresa. Finalmente, el contraste geográfico y climático de las sierras de Lagunilla y de Béjar facilitan la presencia de numerosas aves, entre ellas el milano real, el pechiazul y el roquero rojo; mientras que en las sierras de Francia y Quilamas sobrevuelan buitres leonados y negros, en una zona de paso de miles de aves migratorias. Lugares de interés
Miradores como los Arribes, Castro de Saldeana, puente de los Franceses, Sierra de Gata, La Genestosa, azud de Riolobos, desembocadura de los ríos Almar, Gamo y Margañán, la dehesa de Candelario, el Travieso, la Peña de Francia y el paso de los lobos, La Alberca, el Portillo-Las Batuecas la confluencia de los ríos Francia y Cuerpo de Hombre en el Alagón.

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