Qué hacen los turistas españoles para saltarse una cola«Todos las hacemos, pero todos las odiamos.» Ésta podría ser la idea más generalizada que los españoles tienen de las colas. Aunque esperar nuestro turno puede ser tedioso, mucho más en nuestras vacaciones, sabemos que se trata del sistema más justo. Además, nos llena de «paz y serenidad» cuando todos respetamos la cola. Sin embargo, una investigación encargada por el sitio web de viajes TripAdvisor refleja una realidad muy distinta. Según este estudio respaldado por Adrian Furnham, profesor en psicología conductual de la Universidad de Londres, más de la mitad de los españoles (56%) confiesa haberse saltado la cola en alguna ocasión en lugares de interés y atracciones populares. Los asturianos y los jóvenes, los más «colones»
De este 56% de turistas españoles, los asturianos figuran como los más propensos a saltarse las colas con un 75%. Le siguen los turistas procedentes del País Vasco y Castilla y León, con un 64% y un 63% respectivamente. Sobrepasando la mitad de la población encontramos las comunidades de Madrid y Cantabria, que comparten un 60%, y las de La Rioja, Valencia, Andalucía y Canarias, estas cuatro superando el 55%. Entre las comunidades «colonas» más moderadas figuran Cataluña, Castilla-La Mancha y Murcia, con un 52% cada una, y Navarra, en el límite con un 50%. Galicia, Baleares y Aragón presentan los porcentajes más bajos, rondando entre el 44% y el 41%. ¿Y cuáles son los españoles que menos se cuelan, según este estudio? Los extremeños: un 40%. Si hablamos de generaciones, los jóvenes son indiscutiblemente los más propensos a realizar esta práctica. Los datos de la investigación indican que el porcentaje de personas que se saltan una fila supera el 60% entre los 18 y los 44 años. En cambio, los mayores de 55 registran un 33%. Los trucos más populares
El «empujón flagrante», el «bloqueo» o el «viejo amigo» son algunas de las técnicas que usan los españoles, «reviviendo» al mismísimo personaje popular del Lazarillo de Tormes. La técnica «estrella», con la que más se identifican los turistas patrios, es el «hablar y colarse» con un 43,6%. En segunda posición, se encuentra la estrategia de la «invitación abierta» con casi un 39%. Esta técnica consiste en identificar un espacio entre dos personas que están haciendo cola, actuar como si ese espacio es el final de la fila y ponerse a hacer cola en ese punto. Otras de las técnicas más populares que se han registrado en este estudio son la de «sólo tengo una pregunta rápida» y la del «tengo prisa», en la que el sujeto dispuesto a colarse inventa una mentira para que las personas piensen que tiene prisa y le dejen pasar. En el quinto lugar del ránking encontramos el truco del «viejo amigo», por el que el «colón» finge que alguien que está en la fila es un viejo amigo de la escuela, el trabajo o esa boda de «su prima la del pueblo» y entabla una conversación con él. Entre otras estrategias menos populares pero igual de efectivas, aparecen la de «perdone, perdone» y la de la «otra fila». Esta última técnica consiste básicamente en formar otra cola, cuando se enfrenta una única fila para múltiples cajas, y fingir que hay más de una fila. ¿Qué hacemos si alguien «se nos cuela»?
Ver que otra persona pretende saltarse la cola resulta muy molesto. Indignarse y considerarlo un gesto de mala educación son los pensamientos más comunes en todas las comunidades. Turistas procedentes de Extremadura, Navarra y Castilla La Mancha figuran en la encuesta como los más permisivos. Aún así, el turista español no se queda «de brazos cruzados» y también se guarda en la manga técnicas para mostrar su disconformidad. La más recurrente, con un 55%, es la del «enfrentamiento» en la que se llama la atención de la persona que se salta la fila y se la reprende. También las hay más «pasivas agresivas». Con un 47% se sitúa en segunda posición la técnica de «lo mata con una sonrisa», en la que se sonríe al «colón» y se le manda, alto y claro, al sitio que le corresponde. Detrás de ésta, encontramos la de la «mirada fría» y la «olla a presión», aquella en la que no se dice nada pero nuestra sangre está hirviendo todo el tiempo. Para aquellos turistas impacientes, han aparecido soluciones mucho más respetuosas y cómodas para evitar largas colas de espera. Una de ellas es adquirir entradas «online» previamente, tanto en el sitio web de la atracción que queremos visitar como en portales proveedores de tours y actividades turísticas. Soluciones para no «perder los nervios» ni los de los demás.

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