Con el invierno en pleno apogeo y esperando las ansiadas nevadas en las cumbres españolas los esquiadores sacan brillo a sus tablas y preparan su equipo para disfrutar de los deportes de nieve. A parte de los clásicos esquiadores, son cada día más los que practican snowboard, splitboard o raquetas de nieve sin embargo pocos se atreven con el esquí fuera de pista, una práctica peligrosa que sin embargo tiene sus defensores. ¿Es realmente un deporte de riesgo?, ¿Quién puede practicarlo? ¿Qué equipo se necesita? ¿Hay seguros que cubren a estos deportistas?… Estas son algunas respuestas a las principales dudas que surgen ante el esquí fuera de pista. Tipos de «fuera de pista»
Los expertos señalan que hay tres grandes tipos de «fuera de pista». Por un lado están los laterales de las zonas preparadas por las estaciones de esquí, donde normalmente la cantidad de nieve no es muy elevada y la técnica de esquí es similar al de pista. En segundo lugar están las zonas a las que se puede llegar a través de los remontes de las estaciones pero alejadas de las pistas. Aquí será necesario saber adaptarse a la calidad y espesor de nieve y alternar diversos estilos de fuera de pista. Se hace imprescindible una buena preparación física y contar con un nivel técnico alto.Por último las más peligrosas, aquellas que están en zonas de montaña lejos de áreas habitadas y controladas. Si bien en las dos primeras es necesario tener una buena técnica es en este tercero donde habrá que aplicar unas medidas extraordinarias como saber adaptarse a las condiciones meteorológicas, elegir un equipo apropiado o llevar una tecnología adecuado en caso de accidente. Esquís y botas Aquellos que practican esquí fuera de pista saben bien que no todas las tablas están pensadas para deslizarse sobre nieve virgen por eso recomiendan unas freeride que suelen ser más largas y anchas que los tradicionales. Las fijaciones también pueden variar en función de las técnicas y cada vez son más las tiendas especializadas que venden botas con menos ganchos y más acolchadas que permiten mejorar las maniobras y los movimientos. Equipo imprescindible
En la montaña existe un alto riesgos de avalanchas por lo que se hace necesario -incluso obligatorio en gran parte de Europa- llevar un equipo de seguridad para evitar quedar sepultados por una alud o facilitar el rescate. Además de algo de comida, un botiquín de primeros auxilios, walkie-talkie y GPS debemos disponer de: Aparato de búsqueda de víctimas de avalanchas (A.R.V.A.) que sirve para designar de forma genérica a los aparatos transmisores y receptores que permite localizar o ser localizados. Una sonda, que no es más que una vara plegable para conocer con precisión la profundidad a la que se encuentra la víctima de un alud, lo que reduce los tiempos de rescate. Una pala que ayudará a retirar la mayor cantidad de nieve en el menor tiempo posible. Una mochila anti-avalancha que cuentan con un sistema de dos airbag que en menos de dos segundos se hinchan con un volumen total de alrededor de 150 litros. Por último es importante contratar un seguro específico que cubra un posible rescate y nunca practicar esquí fuera de pista en solitario. [Estado de la nieve en las estaciones españolas y en el Pirineo Francés, en Infoesquí]