Es una de las joyas de la provincia de Ávila. No en vano, durante siglos fue el lugar de descanso de reyes y obispos. De ahí su carácter de villa episcopal y el rico patrimonio que conserva, tanto religioso, como histórico -en su día estuvo cerrada por una muralla de algo más de un kilómetro-. Un lujo en pleno siglo XXI del que se puede disfrutar con un agradable paseo por cualquiera de las calles principales que conducen hasta una preciosa plaza porticada. En pleno Valle abulense del Corneja, Bonilla de la Sierra no defrauda a todo aquel que sienta curiosidad por conocer uno de esos especiales enclaves considerados como los «pueblos más bonitos de España». Necrópolis de La Coba en San Juan del Olmo – DIP. ÁVILA Del reconocimiento es merecedor no sólo por ese encanto rural que poco a poco va desvaneciéndose sobre el mapa de la España despoblada, sino también porque la villa presume de historia, patrimonio y naturaleza a partes iguales. Un trinomio que se puede trasladar a buena parte de la provincia de Ávila, cuyo verde territorio ha sido testigo de hitos de la historia y cuna o morada de grandes personajes, como Isabel la Católica y Santa Teresa. De hecho, la mística es la protagonista de una serie de rutas que facilitan una escapada bastante completa. La primera de ellas surgió con motivo de la celebración -hace casi cuatro años- del quinto centenario del nacimiento de la Santa y a ella se sumaron otras tres con motivo del Año Jubilar Teresiano -que se celebró entre el 15 de octubre de 2017 y de 2018- para que los peregrinos pudieran obtener la indulgencia. Actualmente, sobreviven como oportunidades turísticas con las que disfrutar de un destacado patrimonio cultural y un innegable valor paisajístico, a través de los cuatro puntos cardinales de la provincia de Ávila. «De la cuna al sepulcro», «El confesor», «La salud» y «Caminos y posadas» son los títulos que dan nombre a estos recorridos que ofrecen al viajero un enriquecimiento espiritual. Cielos oscuros
Esas rutas transcurren por algunos de los más bellos paisajes de una provincia en la que el territorio verde es protagonista. Las imágenes de postal se suceden por cada rincón a la luz del día, y entrada la noche, son observatorios idóneos para los amantes de la astronomía. Así lo certifica el reconocimiento como destino Starlight, que distingue a los mejores cielos oscuros del mundo y entre los que está la Sierra de Gredos, que aspira a subir de escalafón hasta convertirse en Reserva Starlight -espacio natural protegido en donde se establece un compromiso por la defensa de la calidad del cielo y el acceso a la luz de las estrellas-. Más allá de los astros, el patrimonio natural abulense ofrece otros placeres para los sentidos, como la observación de hasta doscientas especies de aves. Es una de las provincias del país con mayor riqueza ornitológica. La iglesia colegiata de San Martín de Bonilla de la Sierra – DIP. ÁVILA
Además es territorio perfecto para el turismo activo y el deporte. Valga de ejemplo que es anfitrión de dos etapas de la Vuelta España. A ello se suman eventos que son un placer para la vista, como el Festival del Piorno en flor -la primavera se tiñe de amarillo-; y otros más tradicionales, como «Mascarávila» -un proyecto conjunto con el que en invierno los municipios de Pedro Bernardo, Hoyocasero, Casavieja, Navalosa, Piedralaves, Navalacruz y El Fresno hacen gala del patrimonio etnográfico de las «mascaradas» que inundan de color y fiesta sus calles-. Los viajeros no deben olvidarse en Ávila de dejarse conquistar por la gastronomía de un territorio con una rica despensa y unos fogones tradicionales que maridan a la perfección con sus vinos.