Cada vez son más los privilegiados que se escapan de vacaciones durante el invierno a destinos más cálidos. Las 1.200 islas distribuidas en 26 atolones de Islas Maldivas bañadas por el Océano Índico son sinónimo de oasis terrenal. Su clima tropical garantiza una temperatura cálida durante todo el año, algo que lo convierte en un aliado indispensable de la isla a la hora de buscar un destino para viajar, sobre todo en los fríos meses de noviembre y diciembre, cuando las temperaturas en Maldivas no llegan a superar los 29ºC y el “frio” lo marca su mínima de 26º.
Más allá de su localización geográfica y su clima, Maldivas es el punto de encuentro del confort y la tranquilidad más exclusiva. Es difícil elegir cuál es la mejor de las 203 islas habitadas en Maldivas. Los hoteles son refugios que cautivan a sus huéspedes con servicios cada vez más sorprendentes, propuestas gastro que te transportan a lugares desconocidos y todo ello, en un ambiente que te evade por completo de la realidad.
El Anantara Kihavah encabeza este listado de los hoteles más exclusivos de las Maldivas. Su carta de presentación valdría con solo ver una imagen del recinto, que de manera instantánea te traslada a un oasis terrenal inimaginable. Las fotos en este lugar no necesitan ningún tipo de filtro, razón por la que ha sido proclamado como el hotel más “instagrameable” del mundo. El turquesa de sus aguas más la blanca arena de sus playas ocupadas por imponentes cocoteros se convierten por unos días en un refugio donde la paz y la tranquilidad solo se ve irrumpida por actividades que hacen sentir la adrenalina al nadar junto a mantarrayas bajo el mar.
Pero sin duda, si algo hace especial al Anantara Kihavah es su Observatorio que te acerca las estrellas de la mano de un Sky Guru . La contaminación lumínica es algo desconocido en este rincón del mundo, donde el protagonismo lo tienen las más de 300.000 estrellas que forman la constelación de Hércules, entre otras, y que es posible admirar gracias a su gran telescopio de última generación con un movimiento de 360º. Este observatorio más el Sky Bar (y sus cocteles) dan como resultado el tándem perfecto, donde desconectar y dejarse llevar es un requisito.
Esta vez, uno de los hoteles más exclusivos y lujosos de las Islas, el The St. Regis Maldives Vommuli Resort, propone vivir las Maldivas desde sus aguas cristalinas, un nuevo punto de vista, sin renunciar al servicio y comodidad de sus maravillosas suites: en su exclusivo yate Norma. De esta manera el lujoso hotel perteneciente a una de las cadenas más longevas y reconocidas nivel mundial se convierte en el primero en ofrecer un servicio así.
El placer de viajar y descubrir sitos nuevos alcanza nuevos significados que prometen cumplir con las expectativas de los huéspedes más exigentes. Pensado para un total de 8 personas, este barco de 20 metros de largo cuenta con cuatro habitaciones, una cocina completa, una barbacoa y por supuesto un sistema de sonido imprescindible para poner la banda sonora perfecta a los atardeceres de este paraje natural.
Surcando el Océano Índico a bordo del Norma, el tiempo se detienen invitando a vivir el momento y recopilar recuerdos imborrables, siendo el mar el único límite. Y es que en el momento en el que vivimos la experiencia es el ingrediente principal de una estancia, por eso en este hotel con este nuevo servicio buscan despertar todos los sentidos, así a bordo, no falta un chef que elabore deliciosos platos durante la travesía o, un exclusivo y atento servicio de mayordomo, que garantiza una estancia que nada tiene que envidiar a la del hotel en tierra firme.
El Norma, esconde una historia, que lo hace aún más especial y es que su nombre no es casualidad, sino que rinde homenaje al fundador de la cadena cuando compró hace más de 100 años, en su momento, el que era el yate más grande del mundo y que bautizó con el nombre de “Nourmahal”. Ahora este nuevo Normal, se reinventa con un aspecto más moderno a la par que elegante y equipado con la última tecnología que lo convierten en el refugio perfecto para unas vacaciones.
Pensado para disfrutar en pareja, en familia o con amigos, el precio de vivir esta experiencia es de 14.000$ al día o 25.000$, si deseas pasar la noche en este exclusivo yate. Sin duda, despertarse con esas vistas y que la única alarma sean las olas contra la cubierta será el capricho de muy pocos privilegiados este invierno.