Al sur de Europa, escondido y desconocido para la gente en general, más allá de las finas arenas de las playas de Algeciras se encuentra un paraíso verde. Con la excusa de mojarse los pies en la orilla en aguas atlánticas, uno ha de aventurarse en el sendero de la Colada de la Costa. Se trata de un sendero estrecho que aprovecha una vía pecuaria costera y atraviesa los acantilados del frente litoral de Tarifa hacia Algeciras. El recorrido sobre pastizales costeros y zonas de matorral bajo centra su interés en las impresionantes vistas del continente africano, los acantilados y las plataformas de abrasión en las zonas intermareales. A lo largo del recorrido se pueden encontrar búnkers, antiguos cuarteles de la guardia civil y otras construcciones de vigilancia y defensa, que aumentan la intriga del itinerario. A la altura de la antigua Torre vigía de Guadalmesí,
existe un observatorio donde se puede contemplar el vuelo de las aves que cruzan el Estrecho hacia África.
Basta esta propuesta como primer plato fuerte de la larga oferta de naturaleza con la que sorprende al viajero la localidad de Algeciras. Porque de opciones «verdes» de senderismo puede presumir Algeciras, y mucho, ya que posee unas cuantas, a cuál más sorprendente.