Aunque el programa se produce en más de 50 países, sólo España cuenta con un restaurante MasterChef, cuya carta se compone de platos inspirados en algunos de los más icónicos del concurso, como un mejorado «león come gamba», y de otros de los jueces, como los callos de Pepe Rodríguez. El restaurante acaba de abrir sus puertas en Madrid «tanto para los fans del programa como para el público en general, con una gastronomía de primer nivel, que se cuida como en el programa», explica José de Isasa, director de Comunicación de la productora en España, Shine Iberia, que colabora en el proyecto. El reloj contra el que luchan los concursantes, fotografías de los protagonistas del programa, un pequeño supermercado como el del concurso y una tienda donde comprar los anhelados delantales blancos o los libros que han publicado componen este restaurante temático, en cuya sala atiende cada semana uno de los aspirantes. En la decoración del nuevo restaurante también se ha utilizado el clásico supermercado que aparece en el programa – EFE
La barcelonesa Miriam Pérez-Cabrero, más conocida por los seguidores de la quinta edición como Miri, ya ha debutado y califica de «brutal» la experiencia de «contactar con gente que te conoce y te da cariño tras haberte visto en televisión hace un año». Sin escatimar sonrisas y posados para selfis, presentaba a los comensales un «miri’s plato vegano» de texturas de alcachofa y comentaba a Efe que, frente a la «tensión» vivida en el programa se sentía «muy cómoda» participando en el servicio de sala del restaurante MasterChef. «Va a ser un ‘must’ en Madrid, sobre todo para los seguidores del concurso, que podrán probar platos que recorren su historia, además de los de los jueces, y hablar con aspirantes. ¡La comida es espectacular!», afirma entusiasmada. Y es que el diseño de la carta corresponde al equipo de cocina de «MasterChef» y a The Cooking Clubter, una consultora gastronómica dirigida por Jorge Bretón, Adrián Leonelli y Lolo Román, que ejercen además en la Universidad de Gastronomía Basque Culinary Center de San Sebastián. Ellos han convertido el polémico «león come gamba» -«fue tan icónico que era imposible que no estuviese», dice Isasa- en una versión de la causa limeña con azafrán, salsa americana de gambas y pimientos rojos confitados, y han mejorado la presencia de la tarta de queso «más fea del mundo», pero tan rica que salvó a Cerezo en una prueba de eliminación en la primera edición, allá por 2013. La idea es que los comensales puedan «saborear» el programa con los «fish & chips» del pequeño Jefferson de la versión júnior, el cocido madrileño con el que el actor Miguel Ángel Muñoz ganó la primera edición de «MasterChef Celebrity», las alcachofas de Benicarló de Maribel o el bao de carrilleras ibéricas de Carlos Maldonado, ganador de la tercera entrega. «Los exconcursantes están felices que se haga homenajes a sus platos», asegura Isasa. No faltan platos del jurado: Samantha Vallejo-Nágera contribuye con una ensalada de cereales con brotes de y mojo de remolacha, Pepe Rodríguez trae desde El Bohío, con una estrella Michelin en Illescas (Toledo), los callos que ya cocinaba su madre, y Jordi Cruz suma una espuma de limón y coco con helado de yogur. Hasta la presentadora, Eva González, hace su aportación con una tabla de quesos que ha seleccionado junto con los miembros del jurado. «Teníamos en la cabeza la idea del restaurante desde el primer año, nos encantaba la idea de que la gente pudiera probar la cocina del programa», indica Isasa, quien apunta que mientras «MasterChef» esté en emisión, cada semana se incorporarán a la carta los «platos estrella» de las pruebas «para que los espectadores puedan probar las recetas que ven en el concurso de cocina más duro del mundo».