ANA M. A.

  • La isla canaria ofrece un espectáculo sobrecogedor al visitante con sus playas vírgenes de arena dorada y aguas turquesas.
  • Declarada Reserva de la Biosfera, posee espacios protegidos y parques naturales que han permitido conservar su estado salvaje.

Fuerteventura

Fuerteventura es una de las islas más tranquilas de Canarias y la segunda más extensa. Con decenas de kilómetros de playas vírgenes y un paisaje salvaje, es el destino perfecto para los amantes del sol y la arena gracias a su clima caluroso y seco, la belleza de su costa y la amabilidad de los isleños.

La isla está llena de parques naturales y espacios protegidos destinados a conservar un paisaje único por su origen volcánico. Las islas nacieron tras la actividad de volcanes submarinos que han dado lugar a un espacio natural muy particular, poblado de conos volcánicos, grandes dunas desérticas, suaves colinas y unas playas espectaculares. De hecho, Fuerteventura cuenta con nada menos que 150 kilómetros de playa, un paraíso para los amantes del surf y el windsurf.

Al sur de Fuerteventura, la península de Jandía posee algunas de las playas más espectaculares de todo Canarias. Gran parte de esta península está declarada desde 1987 Parque Natural protegido debido a su importancia geológica y biológica. Aquí se encuentra Cofete, una de las playas más conocidas de las islas por su estado salvaje y sus 12 kilómetros de arena dorada. Al pueblo de Cofete se accede por una carretera sin asfaltar, lo que facilita el aislamiento y la conservación de la villa, que se encuentra rodeada por las bellas cumbres del Macizo Montañoso de Jandía. La villa, que está casi despoblada, está formada por bonitas casas rústicas de piedra y un antiguo cementerio histórico construido sobre la arena.

En esta playa se suele realizar la famosa suelta de tortugas. El Centro de Recuperación y Conservación de Tortugas Marinas de Fuerteventura recoge y atiende a aquellos ejemplares que los isleños encuentran varados y en malas condiciones y también trabaja para reintroducir a la tortuga boba, la especie más común en Canarias. Posteriormente, las tortugas son soltadas en la playa.

La parte norte de Fuerteventura también ofrece un paisaje que es imprescindible recorrer. En la visita hacia el norte es muy recomendable parar en Corralejo para admirar sus grandes dunas, unas espectaculares montañas de arena blanca. Además, desde esta localidad se avista Lanzarote y el Islote de los Lobos, una pequeña isla virgen.

Por su parte, el atardecer se suele disfrutar en El Cotillo, un pueblo tradicional de pescadores que ofrece unas vistas inmejorables hacia el mar. Tanto isleños como turistas se dan cita en los alrededores del Castillo del Tostón, un pequeño edificio del siglo XV, para contemplar los acantilados y la playa de El Cotillo durante la puesta de sol y tomar fotografías de una de las mejores estampas de Fuerteventura.

En la capital, Puerto del Rosario, encontramos las bellas playas de Playa Blanca o Puerto Lajas. Además de darse un baño en la ciudad, merece la pena pasear por el centro y descubrir las más de 150 esculturas que están repartidas por sus calles, ir de tiendas por los comercios al aire libre o recorrer la Avenida Marítima. En Puerto del Rosario -anteriormente conocida como Puerto de Cabras- también se encuentra la Casa Museo de Miguel de Unamuno, una casa colonial del siglo XIX donde vivió el escritor y filósofo tras su destierro por orden del dictador Primo de Rivera.

Más allá del sol y playa, Fuerteventura también ofrece historia y pueblos con encanto. La máxima representación es Santa María de Betancuria, una villa situada en el centro de la isla y considerada por muchos la capital histórica de Canarias. Fue fundada en 1404 por los normandos y recibe el nombre de Betancuria por el conquistador Jean de Bethencourt, un explorador francés. El mirador de Guise y Ayose ofrece una vista muy buena de los conos volcánicos, y allí se ubican dos grandes estatuas que representan a los antiguos reyes de Fuerteventura.

Qué comer

El queso de cabra majorero es el producto estrella de Fuerteventura. De hecho, uno de sus quesos, el Maxorata al pimentón de Grupos Ganadero de Fuerteventura, está galardonado como el mejor queso de cabra del mundo.

Estos quesos se elaboran con la leche de las cabras de la isla, conocidas como majoreras -gentilicio de la isla-. Merece la pena visitar una quesería local para degustar queso majorero casero y conocer cómo se elabora este alimento tradicional. Una de las opciones es la ‘Finca de Isabel & Pepe‘, situada muy cerca de Betancuria.

Otro de los alimentos típicos de la isla es el gofio, un producto muy antiguo que sirve de base para muchos platos y productos de Canarias. Por otra parte, están las tradicionales papas arrugadas con mojo picón y la carne de cabra y cabrito. Al estar rodeados de costa, no puede faltar el pescado fresco, como la vieja, el sargo y el cherne; ni el marisco, como las lapas y los mejillones.

Cómo viajar

Iberia Express es la principal aerolínea que conecta Fuerteventura con Madrid. En agosto, la aerolínea refuerza su presencia en la isla y ofrece 18 frecuencias semanales -hasta tres vuelos diarios varios días a la semana-. Las salidas de Madrid son a las 8.45 horas, 11.15 horas y 15.45 horas y el precio de los billetes parte de los 59 euros por trayecto siempre que se compre ida y vuelta. Si se pertenece al Club Express de Iberia Express -que es gratuito- se pueden obtener descuentos en vuelos. 

Si el futuro viajero prefiere la opción de vuelo más hotel, B The Travel Brand ofrece paquetes con establecimientos hoteleros y resorts más billetes de avión proveniente de diversas ciudades de la península.

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