No todos los pecados culinarios tienen que ver con la comida, la bebida o el servicio del restaurante. Vivimos en un mundo digital en el que cada vez más personas se informan a través de internet. Las páginas web son ya un elemento fundamental a la hora de elegir, por ejemplo, un hotel. Y empiezan a serlo a la hora de buscar dónde comer. A pesar de ello, una buena parte de los restaurantes españoles ofrecen páginas de mala calidad. Y eso los que las tienen, porque en pleno siglo XXI hay establecimientos que todavía carecen de ellas. Claro que también hay quien sigue sin aceptar tarjetas de crédito en un mundo en el que el dinero físico camina hacia su desaparición sustituido por medios de pago electrónicos. ¿Por qué son tan malas las páginas web de la mayor parte de los restaurantes españoles? Como decía, tener una página en las redes no es suficiente. Hay que tener mucho contenido actualizado, lo más posible. Y ahí es donde se estrellan, salvo contadas excepciones, las webs de los establecimientos de nuestro país. Una buena página tiene que proporcionar información. Hacen falta imágenes del restaurante, un mapa de situación que facilite llegar, o los datos de contacto, incluidos los días de cierre y los horarios de apertura. Y por supuesto en una buena web tienen que estar la carta o los menús, al día y con sus precios correspondientes. Además hay que darle al potencial comensal la posibilidad de reservar con facilidad una mesa. Que se pueda hacer la reserva en la misma página y no por teléfono, y confirmarla al momento y no mediante un mensaje de que «cuando lo veamos ya le avisaremos». Todo esto necesita como mínimo una página web. Convendría que muchos tomaran nota porque el que no esté al día se quedará fuera de juego. Recomendaciones
Los hoteles son el mejor ejemplo de cómo tener al día una página web para darle a los potenciales clientes toda la información posible y todas las facilidades para hacer su reserva. A buena parte de los restaurantes les cuesta proporcionar datos fundamentales como los precios de la carta o de menú. Qué lejos de las webs que encontramos en Estados Unidos y en la mayoría de países europeos.