Situada en el corazón de Cornualles (Reino Unido), la cárcel de Bodmin Jail fue construida en 1779 por el rey Jorge III en 1779 y se hizo famosa por los más de 50 ahorcamientos públicos antes de que se cerrara en 1927. Durante la Primera Guerra Mundial, la prisión se usó para guardar algunos de los tesoros nacionales de Gran Bretaña, incluido el Libro de Domesday y las Joyas de la Corona del Reino Unido. Gran parte de los edificios de esta cárcel están en ruinas mientras que uno de ellos, restaurado hace años, sirve de atracción turística con visitas guiadas, exposiciones y rutas del terror. Ahora, este pedacito de la historia, será reconstruido para albergar un hotel de lujo de la cadena Interstate Europe Hotels & Resorts. Bajo la dirección del estudio Twelve Architects ya se está trabajando para abrir en 2019 un alojamiento de 63 habitaciones con un diseño que conserva la atmósfera y la historia que existe entre las ruinas. Un techo acristalado en el atrio del hotel conservará las cualidades mágicas de iluminación natural de la ruina. El diseño propuesto para las habitaciones mantendrán los ricos colores y texturas de la piedra que con el tiempo se han ido desgastado y creando un lugar único. Las habitaciones conservarán los espacios de las antiguas celdas pero unidas de dos en dos para dar mayor espacio a los huéspedes creando estancias de unos 8 metros cuadrados; eso sí, con cuarto de baño de lujo. Bajo las propuestas del museo, una emocionante experiencia de «Dark Walk» establecerá el escenario para que los visitantes aprecien las vívidas historias de la cárcel. Un espacio teatral de vanguardia utilizará la última tecnología con una variedad de conjuntos escénicos, películas y proyecciones. La experiencia recreará y sumergirá al visitante en la historia del edificio y la experiencia de cómo fue estar en la cárcel de Bodmin en los siglos XVIII y XIX. [Diez cárceles que sí merece la pena visitar] Visita turística Parte de la cárcel de Bodmin, con fama de albergar fenómenos paranormales, fue restaurada hace unos años para mostrar a los visitantes cómo era la vida en prisión. Los visitantes pueden adentrarse por los pasillos y explorar las distintas exposiciones que representan la vida penal en el condado del Cornualles victoriano. Visitar las frías y húmedas celdas, contemplar los finos rayos de luz que se filtran a través de las pequeñas ventanas con barrotes e imaginarse condenado a una vida fría y solitaria todo ello con la tensión saberse en una de las cárceles más embrujadas en Inglaterra.