Hace casi 500 años, San Francisco Javier llegó al oeste de Japón para predicar y ejercer su tarea evangelizadora. El objetivo final del religioso era alcanzar China, pero se sintió tan a gusto en estas tierras que hoy pertenecen a la prefectura de Yamaguchi, «la Kioto del Oeste», que decidió quedarse. Hoy, la actual Yamaguchi, hermanada con la Navarra española, muestra todos los encantos del mundo rural nipón con sus paisajes vírgenes y un puñado de tradiciones que sorprenden al visitante.
La huella española en Japón y otros secretos de un destino de moda
