Úbeda y Baeza, máximos exponentes del RenacimientoEl conjunto monumental renacentista de Úbeda y Baeza, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 2003, representa uno de los destinos predilectos para los amantes de la historia, el arte y el patrimonio. En este 2018 estas urbes festejan el decimoquinto aniversario de la obtención de este título otorgado por la UNESCO, que ha contribuido a dar a conocer el inmenso legado de estas dos ciudades jiennenses a nivel nacional e internacional, conformando uno de los destinos más atrayentes del turismo interior andaluz. Úbeda y Baeza son dos joyas del Renacimiento, máximos exponentes en el sur de Europa de la grandiosidad de esta etapa histórica. Junto a Jaén capital, estas dos ciudades conforman el triángulo monumental del Renacimiento del Sur gracias a la obra del arquitecto Andrés de Vandelvira -protegido por una de las figuras más influyentes del Renacimiento, el secretario de Estado del emperador Carlos V, Francisco de los Cobos– cuya impronta no sólo está presente en la capital jiennense, en Úbeda o en Baeza, sino en multitud de localidades de todo el territorio provincial como Sabiote, Canena, Villacarillo o Huelma, entre otras. Es precisamente la huella de Vandelvira y, tras ella, la influencia y el poder de Francisco de los Cobos, los que están detrás de la riqueza monumental de Úbeda y Baeza que posibilitó la protección de estas ciudades por parte de la UNESCO. Situadas muy próximas al mayor espacio natural protegido del país, el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, estas dos ciudades aguardan al viajero para trasladarlo al esplendor del Renacimiento e invitarlo a recorrer sus calles empedradas, recrearse en la belleza de su infinidad de palacios, iglesias y plazas, contemplar desde sus miradores la inmensidad del mar de olivos jiennense y disfrutar de una rica y variada gastronomía que tiene al aceite de oliva virgen extra como protagonista indiscutible y como instrumento principal del trabajo de una generación de restauradores que está consiguiendo hacer crecer, en calidad y en promoción, la cocina jiennense. Las dos ciudades han sido escenarios de largometrajes y fuentes de inspiración de múltiples poetas, literatos y artistas, que han confesado en más de una ocasión los paseos inspiradores por sus diferentes rincones, disfrutando desde sus cerros de bellos atardeceres y del sosiego que emanan sus callejuelas. A pesar de que el viajero puede sentir que en cualquiera de ellas se ha detenido el tiempo, Úbeda y Baeza han renacido con su título de Patrimonio de la Humanidad como ciudades vivas y dinámicas, dos conjuntos históricos llenos de vida que se complementan con una extraordinaria oferta cultural, turística y gastronómica.

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