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- El interior de la provincia de Alicante esconde bellos pueblos, acogedores y sabiamente fusionados en la naturaleza.
- Agres, Castell de Guadalest, Biar, Aigües y Benimeli son un buen plan.
Alicante no es sólo su Costa Blanca, o sea, sus pueblos con playa. Esta provincia tiene todo un interior lleno de sorpresas naturales. Si en mitad de tus días de playa quieres un plan más tranquilo y natural, puedes visitar algunos de sus pueblos de interior. Bellos, acogedores y sabiamente fusionados en la naturaleza. Estos cinco que os apuntamos son un buen plan.
Agres
Es un pueblo de interior, pero en Agres brilla el agua. Hay fuentes por todas partes. Chorrea el agua entre las piedras, empapa las raíces, asalta los caminos. Típico pueblo de montaña con privilegiados accesos a la cercana Sierra de Mariola. Pueblo escarpado con casco antiguo bien conservado, se dedica básicamente a la agricultura, con preferencia a la producción de almendras, manzanas y otros frutales. En las faldas de la Sierra de Mariola, se ubicaba el Castillo, hoy derruido, y el Convento Franciscano.
Castell de Guadalest
Es la capital del valle que toma el nombre del río que lo recorre y está bordeado por las sierras de Aitana, Serrella y Xortà. La mayor singularidad de la población es su ubicación urbana ya que el casco antiguo se encuentra en lo alto de una peña sólo accesible a través de una oquedad abierta en la propia montaña. Y de esa situación nace una de las imágenes turísticas más emblemáticas de toda la Costa Blanca: el conjunto que forman el esbelto campanario exento y el túnel de acceso al casco antiguo. En esta zona alta del pueblo se encuentran la antigua mazmorra, el castillo de San José, actual cementerio, la casa nobiliaria de los Orduña, la Iglesia Parroquial y la fortificación morisca denominada Alcozaiba. Al pie del promontorio rocoso se encuentra el núcleo más moderno de la población, el Arrabal. Todo el pueblo es un atractivo turístico con sus tiendas de regalos y artesanía.
Biar
Esta localidad está en la cabecera del Río Vinalopó, acotado en el norte por las extribaciones de la Sierra de Mariola, la Fontanella, y Peña Rubia por el sur. Biar es un típico pueblo de interior y de montaña, que conserva un urbanismo insólito y geométrico alrededor de omnipresente castillo, con un casco antiguo muy bien rehabilitado y lleno de fuentes y de escaleras. El otro gran atractivo de Biar es su belleza paisajística. Montañas, ramblas, barrancos, todo ello poblado de vegetación, con bosque mediterráneo y abundancia de plantas aromáticas. Son muchas posibilidades para el excursionista, con zonas recreativas y de acampada bien acondicionadas.
Aigües
También Aigües puede presumir de aguas; en su caso, de sus yacimientos de aguas con propiedades medicinales. De hecho, en el siglo XIX se construyó un balneario. La otra imagen del pueblo la ofrece una gran pinada ubicada en el Cabeço d’Or, con sus largas veredas repletas de bancos de piedra y miradores. En este paraje se encuentra la antigua fuente de la Cogolla con su mirador, desde el que se divisa gran parte de la costa alicantina. Otra imagen de la población es su torre cristiana ubicada en el casco urbano.
Benimeli
De economía agrícola junto a la vertiente de solana de la Sierra Segaria, es el pueblo más cercano a la cumbre, de 506 metros. Es uno de los pueblos más bonitos de la comarca de la Marina Alta, al norte de la provincia de Alicante. Antiguo asentamiento morisco, hoy Benimeli es un pueblo con todo el tipismo de lo pequeño. Para disfrutarlo hay que recorrer las empinadas y blancas calles que ascienden hacia la sierra. Se puede acabar o empezar el paseo en la Plaza donde están la Iglesia y el Ayuntamiento.