Cuando en febrero cruzamos la puerta de un restaurante puramente gallego, tal y como ocurre con Burela (situado en el número dos de la calle Nardo, en el barrio madrileño de Tetuán, muy próximo a la emblemática Plaza de Castilla), podemos encontrarnos con la sorpresa de descubrir las bondades de un pescado muy feo, pero …
