El Camino del Norte cruza una población que en cierta manera es especial: Vilalba. La etapa que lleva a ella es una mezcla de prados, cultivos y bosques de robles. Es la orografía característica de Terra Chá, una inmensa comarca surcada por numerosos ríos y lagunas de la que Vilalba es capital.
La importancia de esta zona es tal, que dicen que en Terra Chá nace Galicia. Otros afirman que más que “nacer”, es donde muestra su esencia a través de sus pequeñas explotaciones agrarias y parroquias diseminadas. Sea como sea, esta llanura es fiel reflejo de la sencillez del mundo rural gallego. Unos versos de Manuel María plasman el sentimiento que despierta: “Eu amo a Terra Chá, sempre tan miña. Eu amo a Terra Chá tal como é”.