Considerada la capital financiera de Alemania, la metrópoli cuenta con un casco antiguo deslumbrante, multitud de importantes museos y bonitas zonas verdes.
Llamada por sus locales cariñosamente como Manhattan, por el río que la recorre, Frankfurt es un gran destino en Alemania. Para muchos, es la capital económica del país germano debido a su frenética actividad financiera al ser sede del Banco Central Europeo, del Bundesbank germano, de la segunda Bolsa de la UE y de 400 entidades bancarias de todo el mundo.
Esto la hace parecer una ciudad de serie, donde los ejecutivos trabajan en los altos y modernos edificios, como el emblemático Commerzbank, de los arquitectos Norman Foster y Altezza, o la Main Tower, de 200 metros de altura, a la que se puede subir para contemplar la panorámica del inmenso bosque de hormigón, sin perderse su ‘hall’, donde aguarda una codiciada colección de arte.
Pero Frankfurt es mucho más que eso; es una ciudad llena de espacios verdes, con una interesante escena artística y una ajetreada vida nocturna.
LO MÁS EMBLEMÁTICO DE Frankfurt
Devastada por la Segunda Guerra Mundial, lo poco que conserva Frankfurt de su tipismo arquitectónico se encuentra en la plaza Römer, el reducto medieval. Son apenas un puñado de casas patricias con entramado de madera, entre ellas, el Ayuntamiento que se extiende en torno a la fuente de la Justicia. Un lugar que antaño daba cita a los comerciantes y que en invierno celebra el Weihnachtsmarkt o mercado navideño.
Por su parte, el majestuoso edificio de la ópera es de los pocos monumentos que fueron completamente reconstruidos tras los bombardeos de la guerra. Aunque no tiene la importancia de antaño, se siguen celebrando en él conciertos y óperas.
La cultura está presente en los interesantes museos repartidos por la metrópoli, entre los que destacan el de Historia, donde comprobar como lucia Frankfurt antes de los bombardeos; el de Städel, con obras de Durero, el Bosco, Van Eyck o Degas; o la casa del poeta y novelista alemán Johann Wolfgang von Goethe, que es el hijo predilecto de la ciudad, como también lo es la niña Ana Frank, hoy reconvertida en estupendo museo en el que poder conocer la fantástica historia del personaje.
OTRAS COSAS QUE HACER EN FRANKFURT
La ciudad alemana también cuenta con numerosos espacios verdes, especialmente en las antiguas murallas, que conforman un cinturón de parques donde disfrutar al aire libre.
Si lo que se quiere es ir de compras por la ciudad, la calle Zeil es el lugar perfecto.
Presidiendo se encuentra el espectacular MyZeil, el centro comercial por excelencia por su divertida arquitectura y que posee la escalera mecánica de un centro comercial más larga de Europa, de 46 metros. Y, por supuesto, no hay que abandonar la ciudad sin probar una buena sidra.
Frankfurt cuenta con un distrito financiero de 72 edificios, pero también presume de un impresionante casco antiguo.
La ciudad germana guarda, como si de un tesoro se tratase, muchos elementos de la Edad Medía.
Pasear por el casco Viejo de Frankfurt es una experiencia única, donde el romanticismo está presente a cada paso, como en los candados que las parejas dejan en los puentes de la ciudad o los magníficos edificios.
La fuente de la Justicia data del año 1543 y es la más antigua de Frankfurt. Cuando coronaban a un emperador, de sus caños salía vino.
El edificio de la ópera fue reconstruido después de los bombardeos, pero no recuperó el esplendor de antaño.
GUÍA PRÁCTICA PARA VISITAR FRANKFURT
MOTEL ONE FRANKFURT-RÖMER
Este hotel esté situado en el centro de la ciudad, a muy poca distancia de los lugares de mayor interés. Inaugurado en 2018, sus habitaciones son cómodas y están decoradas con un estilo moderno.
RESTAURANTE ATSCHEL
Gracias al menú, este establecimiento se ha colocado entre los más visitados de Frankfurt. La comida es casera, los platos varían dependiendo de la temporada y solo utilizan ingredientes frescos.
¿QUÉ VISITAR EN FRANKFURT?
HEIDELBERG
A solamente una hora de Frankfurt se encuentra esta romántica ciudad alemana, en la que destacan el Puente viejo y el castillo, situado a 70 metros sobre el río Neckar, en la ladera de entrada de Heidelberg.
