Cómo explotar el enoturismo a orillas del DueroVisitar Zamora es llegar a un lugar desconocido para muchos que permite descubrir el patrimonio histórico y natural de un territorio que mantiene las tradiciones y la vida asociada a la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria. Por ello, resulta una provincia ideal para aquellos visitantes que a la experiencia turística quieren añadir otras actividades ligadas a la enología y la gastronomía. No en vano, en este territorio conviven tres Denominaciones de Origen vitivinícolas que en los últimos años han impulsado rutas de enoturismo. Esa apuesta por maridar vino, gastronomía y turismo ha dado como resultado una ruta enoturística ya certificada enclavada en el Duero fronterizo con Portugal y dos recorridos enoturísticos ligados también al entorno de este río, uno en la zona este de la provincia con el Vino de Toro como protagonista y otro en el entorno de la capital zamorana y la comarca de Tierra del Vino. En los tres casos, los visitantes tienen la oportunidad de conjugar el turismo con el conocimiento del proceso de elaboración del vino en las propias bodegas, en las que también es posible en algunos casos asistir a catas, degustaciones o incluso comidas y cenas. Igualmente, uno puede enfundarse el traje de viticultor por un día y realizar actividades de temporada asociadas a los trabajos de cuidado del viñedo, como es la poda y la recogida del sarmiento en esta época del año. Interior de la bodega Guillermo Freire – M. ÁLVAREZ
En la parte zamorana de los Arribes del Duero, donde las viñas ocupan un lugar en las laderas formando los tradicionales bancales, la ruta del vino incluye entre sus propuestas la visita de negocios de turismo agroalimentario, así como la realización de actividades de ocio temático, además de conformar la ruta alojamientos, bodegas, enotecas, restaurantes y oficinas de turismo. Entre las opciones destacan viajes fluviales en barco para conocer el Parque Natural y visitas a alguno de conjuntos históricos enclavados en los viñedos, como Fermoselle que cuenta con algunos ejemplos destacados de arquitectura tradicional. Desde época romana
En Toro, una tierra donde ya se fermentaba la uva cuando las tropas de Roma tomaron la actual villa toresana como base para derrotar a cántabros y astures, la ruta del vino de la zona cuenta con medio centenar de propuestas ligadas al turismo y la viticultura, con la capital de la Denominación como epicentro debido a su extenso patrimonio. Por último, en la Tierra del Vino de Zamora las propuestas enoturísticas incluyen desde bodegas subterráneas hasta patrimonio histórico. Sobresale el patrimonio monumental de Benavente, enclave que se ubica en un cruce de caminos en plena Vía de la Plata. Y en los Valles, destaca una oferta de arqueoturismo interesante.

Share Button

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *