Viajar a uno de estos pueblos o lugares de montaña, de los menos masificados y más altos, es un placer que se debe disfrutar sin prisas y con ilusión por sumergirse en la naturaleza.
Turismo o aventuras. Los viajeros que apuestan por los pueblos de montaña encontrarán todo aquello que busquen en pequeños núcleos de pocos habitantes y con las vistas más impresionantes de todo el territorio español. Son escapadas perfectas para desconectar, respirar aire puro, empaparse de naturaleza y alegrarse la vista con bonitos paisajes.
¿CON CUÁL TE QUEDAS de estos lugares de montaña?
Uno de esos municipios que quedan grabados en la retina del viajero es Segura de la Sierra, en la provincia de Jaén, situado a 1140 metros de altitud.
Su historia está marcada por el paso de los musulmanes por España y entre sus edificios más importantes se encuentran el imponente castillo, que vigila en silencio toda la población, o la capilla de Santa Ana, un guiño al arte mudéjar del siglo XIII y ejemplo de la huella que dejó la Orden de Santiago en estas tierras.
También en Andalucía, pero en la provincia de Cádiz, está ubicada la localidad de Sahara de la Sierra. El pueblo se extiende a lo largo de la ladera de una pequeña montaña, culminada por un castillo con su Torre del Homenaje y junto al gran embalse de Zahara-El Gastor.
Sus maravillosos atractivos naturales e histórico-artísticos la han hecho merecedora de ser declarada Conjunto Histórico.
En la parte norte de España, los pueblos de montaña son bastante diferentes a los del sur. En Bulnes una villa asturiana, la seña de identidad, además de los idílicos parajes, son sus casas de piedra con los tejados rojos.
En Girona, en la comarca de la Garrotxa, se encuentra el municipio de Castellfollit de la Roca, un peculiar pueblo situado en hilera sobre un espolón basáltico de 60 metros.
Y ya en Huesca, casi en la frontera con Francia, destaca la localidad de Torla, cuyo nombre se debe a la torre defensiva, ya desaparecida, donde se encuentra ahora la iglesia románica de San Salvador.
SEGURA DE LA SIERRA
Rodeado por un mar de olivares, las callejuelas del municipio jienense de Segura de la Sierra guardan en secreto cientos de historias.
Declarada Conjunto Histérico-Artístico en 1972, la localidad es un pueblo de auténtica postal que cuenta con un pintoresco conjunto urbano que conforman sus calles y su castillo islámico, principal bastión de toda la comarca serrana y el mejor orgullo patrimonial de sus vecinos.
Desde sus almenas, unas privilegiadas vistas trasladan al pasado maderero de la antigua Provincia Marítima de Segura. Un viaje en el tiempo en un entorno natural que atrapa en cualquier época del año.
CASTELLFOLLIT DE LA ROCA
Desde la carretera, donde se unen los ríos Fluvia y iuroneli, en Girona, surge la impresionante vista de esta villa que se alza sobre un espolón basáltico de unos 60 metros de altura.
Se trata de uno de los municipios más pequeños de España, ya que solo tiene un kilómetro cuadrado de superficie, y en él las casas tocan el límite del precipicio, al igual que la iglesia de San Salvador. Esta situación lo convierte en un mirador natural.
Además, es el inicio de la ruta Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
BULNES
Es una de las aldeas más remotas de España y se encuentra situada en Asturias, en el corazón del impresionante macizo central de los Picos de Europa.
No hay carretera para llegar a ella y solo se puede acceder en tren-cremallera, salvando un desnivel de 400 metros en ocho minutos desde Puente Poncebos, donde hay un enorme aparcamiento. El impresionante entorno natural hace las delicias de los amantes de la aventura y los deportes al aire libre. Sin embargo, su seña de identidad son sus edificaciones de piedra con tejados rojos y estrechas callejuelas.
De fondo suena siempre una banda sonora perfecta para desconectar: el ruido del agua. Se trata de un lugar perfecto desde el que hacer algunas excursiones y donde degustar el delicioso queso de Cabrales.
TORLA
Este bonito pueblo se encuentra al norte de la provincia de Huesca, muy cerca de la frontera con Francia. Su nombre se debe a la torre defensiva, ya desaparecida, donde hoy se sitúa la bella iglesia románica de San Salvador con sus retablos rescatados de pueblos que ya no existen.
En la antigüedad fue un pueblo totalmente amurallado y aún se conservan parte del castillo y algunas torres y puertas.
Muchos dé sus edificios también recogen el típico estilo pirenaico. Esta localidad es, además, la puerta de entrada al valle de Ordesa.
ZAHARA DE LA SIERRA
Situado en el centro del Parque Natural de Grazalema, en Cádiz, este pueblo tiene muchas peculiaridades, aunque quizá la más Llamativa sea su posición geográfica sobre el embalse de Zahara-El Gastor.
El lugar más emblemático de este municipio es, sin duda, el mirador de Zahara de la Siena a los pies del pueblo, que permite contemplar la magnitud del embalse. Como en muchos otros pueblos de la provincia, las calles están empedradas y son empinadas, pero sobre todo son silenciosas y sus patios Llenos de flores o sus casas encaladas y limpias son otras de sus señas de identidad.
