Es la más pequeña de las islas Canarias y su singularidad reside en los paisajes negros, de origen volcánico, los lajiales de lava y la fuerza de sus sabinas milenarias.
El negro es el color que domina en toda la isla de El Hierro, un pedazo de tierra de origen volcánico que emergió hace mil millones de años. Con escasos 278 kilómetros cuadrados, es la isla más pequeña de las Canarias, aunque su entorno enigmático y sobrecogedor desprende una magia inusual y lo con- vierte en el refugio perfecto para desconectar de la ajetreada vida actual y disfrutar del clima primaveral que reina. Además, ha sido declarada Reserva de la Biosfera y Geo parque de la Unesco y se ha convertido en un símbolo de la sostenibilidad, completamente autosuficiente gracias a fuentes de energía renovables y un desarrollo respetuoso con el medioambiente. Sin duda se trata de un gran tesoro flotante en medio del Atlántico adornado de abruptos acantilados, bosques milenarios, reservas marinas, tierras volcánicas y miradores desde los que se respira aire puro y se puede descubrir su belleza y su biodiversidad.
LA FUERZA DEL MAR
A pesar de ser una isla, El Hierro no tiene grandes playas.
La de El Verodal es más bien una cala y se caracteriza por su peculiar arena, que es volcánica y de color rojizo. Sus fuertes corrientes impiden el baño, pero acercarse hasta allí supone pasar un rato entre imponentes acantilados y grandes coladas de lava procedentes de las últimas erupciones ocurridas en la isla. Muy cerca se encuentra la cala de Tacorón, bañada por una parte del océano Atlántico conocido como mar de las Calmas. Se trata de un enclave inolvidable donde el azul del agua se mezcla con el negro de los paisajes volcánicos. Pero si hay un espacio mágico ese es el Charco Azul, una piscina natural de agua marina que recoge las múltiples formas que han dejado la actividad de los volcanes y la erosión de las olas en El Hierro. También en la costa del valle de El Golfo, y resguardadas de las corrientes marinas, se encuentra el conjunto de piscinas naturales de La Maceta, con solarium y zona de pícnic, perfectas para disfrutar, sobre todo si se viaja en familia.
LUGARES DE ENSUEÑO en LA ISLA DE HIERRO
Pero El Hierro es mucho más que agua y paisajes volcánicos. También esconde rincones líricos, como el faro de Orchilla, donde se encontraba el Meridiano Cero antes de trasladarse a Greenwich. Es un lugar mágico y un colosal vigía desde el que se contemplan algunos de los mejores atardeceres de la isla. Los miradores también tienen un papel fundamental. Uno de los más conocidos es el de Isora, desde donde se puede disfrutar de una de las zonas más abruptas de la región, o el de La Peña, situado a 700 metros de altitud y sobre faro de Orchilla, donde se encontraba el Meridiano Cero antes de trasladarse a Greenwich. Es un lugar mágico y un colosal vigía desde el que se contemplan algunos de los mejores atardeceres de la isla.
Los miradores también tienen un papel fundamental. Uno de los más conocidos es el de Isora, desde donde se puede disfrutar de una de las zonas más abruptas de la región, o el de La Pena, situado a 700 metros de altitud y sobre el que se levanta una espectacular obra arquitectónica de César Manrique. Pero si hay un sitio que deja sin respiración ese es el sabinar de La Dehesa, en la zona de La Frontera. Se trata de un bosque con una imagen onírica gracias a los vientos alisios que han sacudido las sabinas, otorgándoles formas imposibles. Un paseo serializado de un kilómetro recorre el bosque antes de acabar en el mirador de Bascos.
GUÍA PRACTICA
HOTEL PUNTAGRANDE. Incluido en el libro Guinness de los Récords por ser el hotel más pequeño del mundo, este alojamiento situado junto al mar cuenta con solo cuatro habitaciones decoradas con piedra y madera del entorno.
RESTAURANTE EL REFUGIO El pescado fresco y el marisco son los grandes reclamos de este establecimiento, al igual que el queso asado. El trato y la atención son inmejorables y el entorno en el que se ubica es ideal para una velada perfecta.
El color blanco impoluto de los edificios de El Hierro contrasta, y mucho, con el negro de sus paisajes, originados por la explosión volcánica del pasado, esto le otorga un carácter muy especial a la región.
La isla de El Hierro es la más pequeña de canarias y ha sido declarada Reserva de la Biosfera y Geo parque por la Unesco.
El sabinar que se encuentra en la Dehesa, está formado por sabinas de formas imposibles por el efecto de los vientos alisios.
Uno de los miradores más espectaculares de la región es el de la Peña, situado en Guarazoca. Se halla a 700 metros del nivel del mar y sobre él se levanta una espectacular obra arquitectónica de César Manrique.
El terreno de lucha de la Frontera es uno de los lugares más visitados. Desde la zona se tienen unas bonitas vistas de la iglesia de la Candelaria.
ISLA DE LA PALMA
Conocida como la isla Bonita. Esta tierra cautiva a todos los viajeros gracias a sus imponentes volcanes, sus profundos bosques, sus acogedoras playas y sus cielos llenos de estrellas.
