EFE
- Nueva York fue la primera en agitar la varita con la creación en 1902 de esta hermandad de magos.
- Harry Houdini asumió la presidencia de la organización.
La Gran Manzana es hogar desde 1902 de la Sociedad de Magos Americanos, la más antigua del mundo, por cuyos registros han pasado Harry Houdini o David Copperfield y que ahora sigue tan joven como el primer día gracias a las nuevas tecnologías y a una generación de magos más diversa, con más niños y mujeres.
«Hace años mucha gente nos confundía con ocultistas, ahora parece más obvio que los magos buscamos entretener», explica en una entrevista con Efe el decano de la organización, George Schindler, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Magos.
Si bien la magia se asocia con túnicas, varitas y escuelas de hechicería al estilo de Hogwarts -en el universo de Harry Potter-, la ciudad de los rascacielos ha sido siempre pionera en el arte del ilusionismo, también ahora en la época de las redes sociales, vídeos en «streaming» y compras a través de tiendas en línea como Amazon o eBay.
«Hoy mismo puedes ver magia en YouTube sin dejar tu casa. YouTube y las redes sociales han hecho bien a la magia en algunos aspectos, por ejemplo, permitiendo a los magos verla y aprenderla», explica el veterano ilusionista.
Nueva York fue la primera en agitar la varita con la creación en 1902 de esta hermandad de magos. Aunque contaba con algunos profesionales, muchos de sus primeros miembros eran amateurs con empleos de mucho estrés, como doctores o abogados, que veían en los trucos de monedas y chisteras una manera amable de liberarse de sus frustraciones y de la presión del trabajo.
Aunque al comienzo solo fueron una docena de participantes, la popularidad de la sociedad se disparó en el momento en el que el ilusionista de ascendencia húngara Harry Houdini asumió la presidencia de la organización.
«Muchos de los mitos a los que nos enfrentamos tienen que ver con su figura y las películas que se han hecho sobre él, un hombre que en realidad murió de peritonitis», dice el mago, restando importancia a toda una mística alrededor de Houdini.
Mucho antes de que David Copperfield hiciera desaparecer la Estatua de la Libertad y de que el escapista David Blaine permaneciera casi dos días colgado en Central Park, los magos ya se reunían en tiendas como la de los hermanos Martinka, la primera abierta en EE.UU., en la Sexta Avenida, donde se reunieron los primeros fundadores de la sociedad.
Aunque el negocio sigue en pie, esta tienda que una vez perteneció a Houdini ahora solo vende online, habiendo abandonado su local.
Tannen’s, la tienda de magia más antigua de la ciudad
Para encontrar una tienda de magia, la más antigua de la ciudad en la actualidad, tenemos que irnos a Tannen’s, en pleno centro de Manhattan y fundada hace casi 94 años.
El establecimiento pasa desapercibido al gran público, casi escondido en una pequeña habitación del sexto piso de un anodino edificio de oficinas.
Las paredes se encuentran recubiertas de artilugios, cuerdas, monedas y libros de magia para hacer las delicias de aficionados y profesionales, con una mesa en el centro donde un veinteañero que está aprendiendo trucos en la tienda recoge sus cosas para irse.
«Me lo quiero llevar todo», asegura otro joven, argentino, de 14 años mientras contempla los diversos artículos de la tienda y tras realizarle un truco de cartas al dependiente, que aplaude su pericia.
Acompañado de su familia, el adolescente cuenta que lleva desde los once años practicando la prestidigitación y que supo de esta tienda de magia con el techo forrado de naipes gracias a las redes sociales y a internet, convirtiéndola en una parada indispensable en sus vacaciones en Nueva York.
Sin embargo, incluso a las tiendas de magia Amazon o eBay les hace la competencia. «Antes los magos tenían que mirar los anuncios clasificados en la contraportada de las revistas. Ahora lo pueden hacer a través de internet, que es más sencillo», explica Schindler, el responsable de la sociedad.
No solo las varitas llegan ahora por servicio de mensajería, sino que cada vez más jóvenes y más mujeres se animan a practicar magia y apuntarse a una asociación que, en la actualidad, cuenta con 300 grupos en todo el mundo.