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- En la costa o en el interior, la provincia más densamente poblada del País Vasco, esconde pueblos con muchos tesoros.
- Areatza, Mundaka, Elantxobe, Bermeo y Lekeitio son buenos ejemplos.
Sí, Bilbao se ha convertido en un emblema de la arquitectura contemporánea. Hoy la capital vizcaina está en el mapa del mundo. Pero Vizcaya, el territorio más densamente poblado del País Vasco, tiene mucho más que ofrecer al viajero. Sus pueblos, ya en la costa ya en los valles del interior, esconden tesoros y sorpresas. Entre pintxo y pintxo, estos cinco pueblos (al menos estos cinco) merecen una excursión.
Areatza
En el precioso valle de Arratia, y arropado por la montaña más alta de la provincia (Gorbeia), nos encontramos con esta villa medieval, que presume de su casco urbano, declarado Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental. Los edificios más notables se agrupan en torno a la plaza del ayuntamiento: el palacio Gortazar, el palacio Riscal y el propio consistorio, de estilo neoclásico. En la margen derecha del río Arratia y frente al puente de Zubizarra, está el convento de Santa Isabel. Areatza es punto de partida de numerosas excursiones montañeras por el Parque Natural de Gorbeia, un área de incalculable valor paisajístico, cultural y natural.
Mundaka
En la margen izquierda de la desembocadura de la ría de Mundaka, este municipio es casi el paraíso para los miles de surfistas que lo visitan cada año atraidos por su famosa ola izquierda. Aquí el surf se ha convertido en una practica habitual. Pero este pintoresco pueblo marinero tiene mucho más. De entrada, su ubicación en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, espacio natural formado por amplias marismas y arenales que dan cobijo a miles de aves. En el caso urbano, el puerto es el centro. En sus alrededores encontraremos algunos edificios de interés, como la biblioteca municipal (antiguo hospital del Camino de Santiago), la hermosa Casa Consistorial o la parroquia de Santa María, de estilo renacentista. Merece la pena alejarnos hasta la ermita de Santa Catalina, un pequeño promontorio junto al mar, con espectaculares vistas. El último fin de semana de agosto, tiene lugar la Fiesta Vasca o Euskal Jaia, una espléndida muestra de folklore local. Estás a tiempo.
Elantxobe
Municipio costero, Elantxobe se abriga en el cabo Ogoño, y lo protegen varios acantilados. En 1783, se construyeron varios muelles para hacer frente a los embates del mar. En la actualidad, han sido reforzados y embellecen la estampa del municipio. Llaman la atención los edificios escalonados que llenan las calles: todos miran al mar. La calle Mayor del municipio está bordeada por viejos muros de piedra arenisca donde crecen numerosas plantas. Merece la pena visitar la iglesia parroquial San Nicolás de Bari, dedicada al patrón de los marineros.
Bermeo
Situado en las faldas del monte Sollube, su línea de costa presenta abundantes acantilados y rocas como San Juan de Gaztelugatxe (a sólo 8 km) y las islas de Akatz e Izaro. En su costa hay pequeños entrantes como el que da lugar al cabo de Matxitxako. Bermeo es uno de los principales puertos pesqueros de la provincia y un municipio con abundante patrimonio cultural. Del monumento de Nestor Basterretxea en homenaje Benito Barrueta al museo del pescador, que se alberga en la Torre Ercilla, pasando por el casino de Bermeo o la iglesia de Santa Eufemia, de estilo gótico. En las fiestas principales, destaca el día 9 de septiembre, que es el día del Arrantzale (pescador).
Lekeitio
Es un bonito pueblo pesquero, situado sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza. Las calles del casco antiguo de Lekeitio nos ofrecen la oportunidad de disfrutar de un patrimonio artístico abundante. Como la Basílica de la Asunción de Santa María, con su magnífico retablo gótico bañado en oro, considerado el tercero más grande de España. En la Plaza de la Independencia destaca el monumento de Pascual Abaroa. Otros lugares que merecen ser visitados son el puente de Isuntza, la isla de San Nicolás, al cual podemos acceder a pie en marea baja, y el faro de Santa Catalina. Hay muchos edificios de valor, entre otros, los palacios de Uriarte, Oxangoiti, Uribarri y Abaroa. Y para acabar, un paseo por la playa de Isuntza. Lekeitio celebra sus fiestas patronales de San Antolin del 1 al 8 de septiembre.
