5 Rutas por el Medievo en España
Las huellas de esa época permanecen intactas en muchos lugares de España, donde la historia y la cultura se unen para ofrecer al viajero lo mejor de cada destino.
Casas palaciegas de piedra maciza, imponentes castillos en los puntos más elevados, estrechas calles empedradas… Estos son algunos de los elementos más típicos de las villas medievales que salpican la geografía española. Se han convertido en destinos imprescindibles y no solo por su arquitectura o su historia, sino porque en todos ellos las actividades completan la oferta perfecta para pasar unos días de desconexión.
PRECIOSOS PAISAJES MEDIEVALES
Uno de estos lugares es Rupit y Pruit, situado en el interior de la provincia de Barcelona. La esencia medieval esté muy presente en el puente colgante que cruza el río y lleva directamente al núcleo urbano, donde las huellas de esa época se encuentran a cada paso. Muy cerca se encuentra otra de las villas medievales por antonomasia: Tossa de Mar. Situada en la Costa Brava, sus muros de piedra parecen infranqueables y sus torres ‘de vigilancia, sus faros y el casco viejo permanecen impertérritos. Ya en la cordillera cantábrica la Edad Media sigue presente en lugares como Hondarribia, en Guipuzcoa, que con sus casas, sus edificios y sus castillos cautiva a los turistas En Cantabria se encuentra Santillana del Mar, otro tesoro medieval que se caracteriza por sus calles estrechas y empedradas. Y en Extremadura se puede visitar Garrovillas de Alconétar, todo un hallazgo que mantiene intactos sus encantos.
RUPIT Y PRUIT
Situada en la provincia de Barcelona, fue una población muy importante en los siglos XVI y XVII, con un gran número de artesanos y comerciantes. EL municipio esta, literalmente, encajado en la naturaleza y, a pesar de tener poco más de 250 habitantes, es muy famoso por sus casas de piedra, construidas entre los siglos XVI y XVII, con puertas y ventanas de madera que logran darle ese toque mágico. Famosos son también su puente colgante, su Plaza Mayor o la iglesia de San Miguel. Aunque cuenta con un castillo, apenas quedan restos de esta construcción. Otro de los grandes encantos de la localidad es su entorno natural. Para los amantes del senderismo, a menos de una hora desde el centro del pueblo y por un camino muy bien señalizado se llega al salto de Sallent, el salto de agua más alto de Cataluña, con 100 metros de desnivel.
GARROVILLAS DE ALCONÉTAR
Situada a 35 km de Cáceres, esta localidad extremeña atravesada por el río Tajo guarda con celo importantes tesoros que atestiguan un pasado que se remonta a la prehistoria, como lo prueban los dólmenes de Guadancil y Cerro Garrote. En la Edad Media esta localidad fue muy próspera y de esta época se conservan: su Plaza Mayor, considerado Monumento histórico artístico de interés Nacional; la ermita de la virgen de Altagracia; el Palacio de los Condes de Alba de Liste que, al igual que sus dos iglesias, ata del siglo XV; y los conventos de las Monjas jerónimas o San Antonio de Padua, hoy en ruinas.
TOSSA DE MAR
Apodada como el paraíso azul por el pintor Marc Chagall, en esta localidad de Girona se conserva el Único ejemplo de poblado medieval fortificado del litoral catalán. Las murallas datan de los si los XII y XIV y fueron declaradas monumento Artístico Nacional en 1931 y forman parte de la Vila Vella, el mayor reclamo de Tossa de Mar que alberga y protege caminos estrechos de cantos rodados en un entorno puramente medieval. Sus muros de piedra dan cobijo a la zona conocida como el barrio viejo. En el punto más alto de la muralla, donde antiguamente se encontraba el castillo, a hora está ubicado el faro. Pero no es lo (mico. Sus calas y sus playas no tienen nada que envidiar otras de la geografía española. Son una maravilla de aguas cristalinas limpias y arena fina y dorada. Algunas de ellas son urbanas y con todos los servicios y otras casi de imposible de acceso.
HONDARRIBIA
Esta localidad guipuzcoana respira ambiente medieval gracias a su recinto amurallado, las calles empedradas y las casonas de piedra. Un estilo que se mezcla con el marinero, que queda reflejado en las casas de colores que o inundan todo. Cuenta, además, con un protagonista indiscutible: el castillo de Carlos V, insigne edificio que alberga el Parador junto a la plaza de Amias y la iglesia mayor. Otros lugares que no hay que pasar por alto son la iglesia parroquial, que es gótica, pero también renacentista y barroca; el Palacio Zuloaga, sede de la biblioteca municipal y el archivo histórico; y otros como el Eguiluz o el Rarmery.
SANTILLANA DEL MAR
Los orígenes de esta población cántabra se remontan al siglo VIII, cuando unos monjes construyeron una pequeña iglesia para albergar las reliquias de santa Juliana que un siglo más tarde dio lugar a la colegiata alrededor de la cual se articula Santillana. La calle del Rey y la plaza del Mercado son sus dos centros principales, flanqueados por edilicios sublimes. Además de su patrimonio medieval, Santillana destaca por su importante Legado renacentista y barroco, y, por supuesto, por las impresionantes cuevas de Altamira.
